miércoles, abril 30, 2008


BASIL BERNSTEIN

Clases sociales, Lenguaje y Socialización


Las principales agencias de socialización en las sociedades contemporáneas son la familia, el grupo de compañeros (grupo de pares) la escuela y el trabajo. Es a través de estas agencias y, en particular, a través de sus relaciones recíprocas, que los diferentes principios de organización de la sociedad se manifiestan.

En el interior de este vasto campo, solamente estudiaré la socialización en la familia, aunque es evidente que las formas de orientación y de filtración de la experiencia del niño en el interior de la familia reproducen, en gran medida, los principios de organización que prevalecen al nivel del conjunto de la sociedad. Por consiguiente, examinaremos cuáles son los factores sociológicos que afectan los comportamientos lingüísticos, los cuales en el interior de la familia, tienen una importancia esencial en el proceso de socialización.

Es indudable, desde un punto de vista sociológico, que la clase social determina muy profundamente las formas de socialización. La estructura de clases influye en el trabajo y en los roles educativos, controla las relaciones que las familias pueden tener entre ellas y penetra de manera profunda la experiencia social inicial, adquirida en la familia. El sistema de clases influye poderosamente en la distribución del conocimiento entre los miembros de una sociedad; también condiciona el sentimiento que les permite actuar sobre el mundo, el cual es compartido de manera desigual. El sistema de clases separa claramente las comunidades unas de otras jerarquizándolas y oponiéndolas sobre una envidiosa escala de valores. La influencia de la clase social se inscribe, por consiguiente, en tres dimensiones fundamentales: el conocimiento, la posibilidad de actuación, y la distancia u oposición entre los grupos. Sería inconcebible que estas diferencias entre grupos que viven en condiciones materiales muy diferentes no ejercieran influencia sobre las formas de control y de innovación de procedimientos de socialización de las diferentes clases. Sustentaré la tesis de que la estructura profunda de la comunicación es afectada en sí misma, aunque no de una manera definitiva e irrevocable.

Para entrar en la discusión, consideremos el efecto del sistema de clases sobre la distribución social del conocimiento. El sistema de clases afecta la distribución del conocimiento. En nuestra época como en todas las épocas históricas sólo un escaso porcentaje de la población ha tenido acceso a un nivel de conocimiento que implica el manejo de metalenguajes de control y de innovación, mientras que la amplia masa de la población no ha accedido más que a un conocimiento que permite la ejecución de operaciones particulares, fuertemente ligadas al contexto.

Un porcentaje muy bajo de la población ha tenido acceso a los principios de cambio intelectual, mientras que al resto le ha sido negado tal acceso. Esto sugiere que estamos en capacidad de distinguir dos clases de significados; universalistas y particularistas. Los significados universalistas son aquellos en los cuales los principios y las operaciones son lingüística-mente explícitos, los significados particularistas son aquellos en los cuales los principios y las operaciones son relativamente implícitos. Si los órdenes de significación son universalistas los significados están menos ligados a un contexto determinado. Los metalenguajes del conocimiento tanto en su aplicación a los objetos como en su aplicación a las personas expresan significados universales. En este caso, los individuos pueden tomar conciencia de los fundamentos de su experiencia pudiendo transformar dichos fundamentos. Al contrario, cuando los significados son particularistas, ellos son menos independientes del contexto y están más ligados a la situación, es decir, ligados a una relación social y a una estructura social particulares. Cuando el sistema de significados es particularista una gran parte del sentido está inmerso en el contexto y éste no es conocido más que por aquellos que han tenido la experiencia de las mismas situaciones, mientras que cuando los significados son universalistas, éstos están, en principio, disponibles a todos, porque los principios y las operaciones han sido explícitos.

Mi tesis consiste en que las formas de socialización orientan al niño hacia códigos de habla diferentes que controlan el acceso a significados relativamente dependientes o relativamente independientes del contexto. Los códigos elaborados orientan a sus usuarios hacia significados universalistas, mientras que los códigos restringidos orientan y sensibilizan a los usuarios en significados particularistas; estos dos códigos conducen a formas lingüísticas diferentes y reposan sobre relaciones sociales diferentes. Los códigos elaborados están menos ligados a una estructura particular y conllevan la posibilidad de un cambio en los principios; en este caso, el habla puede ser liberada de la estructura social y adquirir cierta autonomía. La universidad es un lugar organizado alrededor del habla. Los códigos restringidos están más estrechamente ligados a una estructura social particular y se prestan menos a un cambio de principios. Con un código elaborado, el sujeto socializado accede más fácilmente a la comprensión de los principios que inspiran su socialización y puede, de esta manera, efectuar una reflexión sobre el orden social que le ha sido transmitido. En el caso de los códigos restringidos, el sujeto socializado toma menos conciencia de los fundamentos de su socialización, y las posibilidades de reflexión son más limitadas. Uno de los efectos del sistema de clases consiste en limitar el acceso a los códigos elaborados.

Se puede agregar, que los códigos restringidos tienen su fundamento en símbolos condensados, mientras que los códigos elaborados tienen sus bases en símbolos articulados; los códigos restringidos reposan sobre la metáfora y los códigos elaborados reposan sobre la racionalidad. Los códigos restringen o determinan el uso que se hace de la lengua en situaciones de socialización relevantes, y, por consiguiente determinan los órdenes de significados pertinentes y las categorías de relación que el sujeto socializado interioriza. Desde este punto de vista, un cambio en los códigos habituales del habla implica cambios en los medios por los cuales se establecen relaciones con los objetos y las personas.


Fuente: Class, Codes and Control. Basil Bernstein.

Traducción de Mario Díaz

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