martes, agosto 12, 2008




El Mundo según Mon$anto


Por Patricia Bravo



La empresa Monsanto es una de las empresas más poderosas del mundo, con un volumen de negocios que llegó a 7,5 billones de dólares en 2007. Es también una de las más contaminantes a nivel mundial, con una destacada trayectoria en la industria de la muerte. Con sede en Saint Louis (Missouri, EE.UU.), Monsanto no sólo tiene el monopolio mundial de las semillas transgénicas (posee más del 90% de los cultivos de éstas en el mundo), sino también lidera el mercado de semillas convencionales y de plaguicidas. Este monstruo, que no vacila en usar todo tipo de métodos ilegales, extiende sus tentáculos a través de 46 países, sumiendo en la dependencia a agricultores y trabajadores agrícolas con la venia de los gobiernos y el aval de científicos a su servicio.


El libro Le Monde selon Monsanto (El mundo según Monsanto), Arte éditions/La Découverte, París, 2008, de la periodista y documentalista francesa Marie-Monique Robin, desenmascara a esta transnacional que con los cultivos transgénicos pretende dar solución al hambre en el mundo. La edición en español estará disponible a fin de año y será presentada por la autora en Brasil, Argentina, Paraguay y Chile, junto con un documental. Ambos condensan el resultado de tres años de investigación realizada en América, del Norte y Sur, Europa y Asia.


Marie-Monique Robin vendrá a Chile invitada por las organizaciones no gubernamentales Alianza por una Mejor Calidad de Vida, y Red de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas para América Latina (RAP-AL). Sus presentaciones contarán con el respaldo de Le Monde Diplomatique Chile y Punto Final. La periodista francesa trabajó con documentos inéditos, con testimonios de víctimas intoxicadas con productos químicos de la transnacional y con entrevistas a científicos, abogados, políticos, representantes de la sociedad civil y funcionarios de la Administración de Drogas y Alimentos (Food and Drug Administration, FDA) y de la Agencia para la Protección Ambiental (Environmental Protection Agency, EPA) de EE.UU., instituciones encargadas de resguardar la salud pública y de regular los plaguicidas y transgénicos.


Los directivos de la transnacional se negaron a ser entrevistados porque, como dijo a la autora uno de sus voceros, “pensamos que el producto final de su trabajo no será positivo para nosotros”.


Uno de los méritos del libro de Robin es reconstruir los escabrosos comienzos de Monsanto como industria química, un pasado que la empresa se empeña en dejar en el olvido para intentar convencer que está comprometida con las “ciencias de la vida” y el desarrollo sustentable.


Visitar: Arte.tv

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