viernes, febrero 08, 2008


SIN MIEDO ABRIR EL VERBO OJO AL INFRARROJO

Roberto Matta

Toda historia es redonda como la Tierra.
Se necesita un ojo redondo al centro de esta redondez para ver todo lo ocurrido, lo ocurriendo en esta ocurrencia que nos ocurre a cada rato.
Buscar: ver lo que ocurre en frente, en ese lugar del frente, en esa pared del frente, no basta.
Porque estamos rodeados de lugares.
Todas las paredes que nos rodean son lugares de los cuales nos vienen las cosas que nos ocurren, que transforman nuestra ocurrencia.
Son todos manantiales por donde nos ocurre, de donde acuden cosas a nuestro ocurrir.
Estos lugares son tan acomodados para semejante efecto.
Ver toda la verdad desde adentro.
No dejar pasar la ocasión de agarrar la redonda historia vista desde el centro de su esfera.
Esto es AHORANZA.
Un alboroto en la lumbre de mis ojos, desesperados, valientes furiosos, fuente de señales.
No gastes realidad a pedazos, como denantes, ahora que puedes VER.
A ver si ves de una vez cada vez.
Porque la vida es una caterva de encantos y nuestra cosas se truecan y se mudan según nuestra gana de destruirnos o agradecernos.
El humor de mis ojos acrecentará las aguas de mi corazón y los ojos que ahora ven la entera pelota de la realidad, VEN a los indios de Arauco, machucados, hambrientos, empapados, desarmados y desnudos, pero luchando para no ahogarse en su propia sangre que derraman a hierro y fuego conquistadores destacagados.


Hay que ver redondamente que quisieron exterminar Arauco porque decían que estos diez mil araucanos amenazaban los diez millones de avemarías que los destacagados descargaban, destruyendo todo lo azteca, lo inca, lo diferente, para sembrar sacristanes almaceneros y ensillar alcaldes.
Los destacagados que hoy como antes se proponen liquidar todo lo que “Arauca” en América para reemplazar por personoides electrónicos.
Porque decían que esos pocos indios amenazaban con derrumbar España, el Imperio y que hoy amenazan la matria militar.
Que Alonso ensille su Zúñiga y alborote el verbo VER para que redondamente y con lucidez se vea cómo sigue ocurriendo lo ocurrido en ese mismo Chile hoy día.
Embandidando en un poder electrónico de hierro, los destacagados de hoy.
Pinocharcos de sangre, tienen las mismas ganas de estrujar el sudor y el de los indios de hoy para mandárselo al Emperador, sea quien es.


…Al Emperador, quien sea el que sea…
Con nuestro redondo ojo, que rueda en las curvaturas de la historia como los astros en el curvo espacio, VEAMOS sin piedras en las orejas la perfidia de algo más escondido que los caníbales del Cono Sur, Aníbales derretidos.
Y son los destacagados, programadores de agravios, pedazos atamborados que con balidos de pólvora tumban y tumban sin tumba, porque en vez de hacerte ser te hacen desaparecer, aunque sea el SER el sosegado trabajo de la vida.


Esto de la vida bien poco le importa a quienes no saben ser porque su quehacer es deshacer sin derecho.
Por los derechos humanos y contra los asesinos de paloma, hay en nuestra redonda historia la revolución de los franceses, y los revolucionarios de Octubre, que lucharon para que ser bien humano sea un derecho bien claro a la luz de todos.
Y esto se lo merece toda la hermosura humana.
Averiguada verdad que los animales están mejor protegidos por la Sociedad Protectora de Animales que el estado de los humanos en el sepultado estado de cualquier Estado que niega a los humanos el verbo ser.


Y hablo con quien tiene muchos amigos e hijos enterrados por haber defendido los derechos de ser.
Pues ha caído en el suelo toda noción de Nación y están debajo del suelo por haber luchado por una cultura del verbo ver, para desarrollar una agricultura del verbo ser.
Una agricultura de la Demogracia.
La demogracia no es contar votos, resfregar partidos, estirar comisiones, contabilizar puntos de vista; sino vernos, reconocernos y desearnos humanamente otras favorecidas relaciones que reorganicen la amistad.
Para esto tres religiones valen más que una.
Todo lo sucedido y sucediendo en nuestro mundo, que se hace y deshace, se infla y se desinfla cada día, agitando el terreno como un volcán.
Porque se hizo pedazos la imagen de que la sociedad es un terreno firme apoyado en sus leyes.
Aquí principio el cuento y las cuentas con el cuento que no es un sabroso cuento.
Que la sociedad se mueve como la Tierra y se agita como el licor del mar y nosotros sentimos los tirones para acá y para allá que nos sacuden y nos tuercen.


Y tenemos que ver detrás de las apariencias y sacar a la luz de todos las conflicciones, los raspares, los resfregones y los rascares que tiemblan por debajo de la “lucha de clases”.
Como un dolor de muelas, las mujeres, los niños, los estudiantes, los ecólogos, los locos, los prisioneros, torbellinan enterrados en la vida social.
Y esto es el mundo.
Porque nuestra vida interior está al exterior, en el mundo, porque el mundo es nuestra casa.
Y apenas empiece a descubrir los transparentes enemigos y peligros que nos tapan y nos ensucian la realidad.
Porque nos esconden y administran la verdadera verdadante información con invisibles y tontos corrales informáticos.
Que nos quieren transformar en renacuajos sin agua, o más bien algo que compra a ciegas, y luego a la cama, vecino a su enfermedad, listo a obedecerlos en lo que se proponen de proponerte, beber como preciosa bebida tu propio sudor o sus orinas.
A estos hediondos invisibles cubiertos de perfumes hasta la fetidez que programan estas cárceles informáticas, no se les puede combatir sin iluminar nuestro verbo.

Para afrontar nuestra propia inteligencia y revolucionaren, mañana es hoy y estamos atrasados.
El sujeto humano está sujeto a ser humano, pero hay que tener ganas de ser humano y no dejarse desalojar.
Que salga el sol en el verbo ver y reconocer los verdaderos derechos a ser humanos, porque a todas las horas y en todos los poblados estamos arremetidos por una informática que deshumaniza, que aísla, que desintegra la vida social.
No basta la rebeldía, ni el mal humor, para salir del socavón, hay que reorganizar la inteligencia.
Aprender y enseñar una agricultura democrática en este terreno humano, ocupado, pisoteado y programado para sacarnos la vida.
Tenemos que sacarnos la mierda y descubrir la real inteligencia humana.
Estos no son sermones para ser monos y copiarnos y repetirnos, sino empujones y plásticas para vernos a la luz de los unos con la luz de los otros.
Y no dejarnos pasar más adentro en sus disparates.
Hay que agitar la encrucijada de la realidad delante de nuestros ojos con los grandes modelos del espacio y del tiempo.


Porque la música, las matemáticas, la real y poética ciencia, son herramientas muy buenas para ser humanos y oxigenar la vida.
Fíjate como es estricta y libre la ciencia.
Sin olvidarse que la palabra Atenas es el fruto del uso de la palabra, tenemos que usar la palabra con lucidez para no hablar en balde.
Amargadas y para enderezar su suerte, las mujeres nos han reaprendido los derechos humanos al sentimiento.
Y alegrar la tierra con otra manera de justicia.
Como un corazón de luz.
Porque el verdadero cuezco de todo esto es que cada uno está demasiado, demasiado solo.
Como los ciegos que sólo VEN cuando sueñan.
SIN MIEDO ABRIR EL VERBO OJO AL INFRARROJO.
Y esto es todo lo que digo, que digo que se diga.


Este texto de Roberto Matta corresponde a su intervención en el Encuentro de Solidaridad con Chile, realizado en Thorun, y fue publicado por la revista Araucaria en su número 7, del año 1979. Las obras del pintor que se reproducen están disponibles en Internet.

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