sábado, noviembre 29, 2008




ROCK CHILENO



"Prueba de sonido"(David Ponce)



Por Macarena Gallo



"Prueba de sonido" indaga en los inicios del rock nacional, desde los primeros acordes rocanroleros, en 1956, hasta la irrupción de Los Prisioneros, en 1984. El libro del periodista David Ponce es reflejo de un género que no ha sabido posicionarse a lo largo de su historia en el país, siempre relegado a un segundo plano: por la Nueva Ola en los 60, por la Nueva Canción Chilena en los 70 y en los 80 por el pop. Repasamos junto a Ponce esa historia casi oculta, y dimos con datos desoladores -como que sólo el 5% del rock chileno del período está editado-,y con anécdotas sabrosas -como la de Pinochet escuchando a rockeros chilenos en un regimiento de conscriptos aburridos.


¿Cómo y por qué surge la idea de escribir un libro sobre las primeras historias del rock en Chile?

-Antes de hacerlo, me devoré muchos libros -una pequeña biblioteca del rock chileno-, en particular el de Favio Salas, "Un grito en el amor", libro que viene con un apéndice de entrevistas a músicos chilenos. ¡Una weá que nunca vi en los diarios! Esos libros fueron una especie de motivación para averiguar más. También fue por una necesidad personal.

¿Cuál?

-Tenía ganas de reportear sobre esta música chilena que a nivel masivo no se conoce tanto. No es mucho lo que la gente sabe del rock en Chile antes de Los Prisioneros, salvo por Los Jaivas, Congreso, Los Ramblers, Los Blops, grupos súper famosos.


¿Con qué revelaciones te encontraste?

-Hartas. Por ejemplo, los músicos chilenos en el exterior. Les dediqué un capítulo entero, para contar por qué se habían ido del país.

¿Y?

-No se fueron sólo por razones políticas, en condición de exiliados. El grupo Santiago hizo carrera en el extranjero. Hay varios casos importantes.


VALPARAÍSO, LA CUNA


¿Qué es lo que caracteriza a las primeras bandas de rock, a mediados de los cincuenta y la década de los sesenta?

-La precariedad y las influencias. Para mí, la imitación que los caracteriza no es una falta de identidad. Para nada. Siempre lo hecho va a ser algo propio, aunque sea copiado. Es súper interesante el caso de Lucho Córdova, el baterista de Huambaly, una orquesta de cumbia, mambo y cha-cha-chá que grabó un rock and roll muy raro. Lo mismo Los Ramblers, una orquesta que venía del jazz y termina grabando rock and roll. En general, la Nueva Ola se apropió de las canciones que venían de afuera y las grabó en castellano. En ese tiempo, Cucho Fernández, un discjockey de la época, hablaba de que el rock chileno no parecía tal, sino cueca.

¿En serio?

-Por más que hubiera imitación, había una cuestión chilena en esa música. Lo que define esta época, y las que vienen, es que el rock siempre ha estado en contra de algo. Pasó mucho tiempo antes que se pudiera escuchar rock en las radios porque era bastante censurado, les daba miedo a los tipos de los sellos sacar estos discos.




¿Dónde surgen los primeros indicios del rock en Chile?

-En Valparaíso. Ahí desembarca el rock, con los marinos y sus discos, sus instrumentos musicales e influencias. Estaban un poco más adelantados que el resto, incluso que Santiago. Los Mac's eran de allá, y en el año 62 ya estaban haciendo rock. Si vas más atrás, a mediados de los 50, te encuentras con William Reb y Harry Shaw, los primeros rocanroleros de Chile, y son de Valparaíso. Sin embargo, algunos siguen creyendo que los precursores del rock en Chile son Los Prisioneros. Pero ellos son más nuevos. En el fondo, este libro era para averiguar qué había antes de Los Prisioneros.

¿Qué pasa con el rock chileno en los años de la UP?

-Antes del 73, da la impresión que el rock estaba en todos lados, en el aire, en el Forestal, en la parroquia, aunque los rockeros eran criticados por la UP, que no los veía con buenos ojos.

¿Por qué?

-Se criticaba al rock su falta de compromiso político, por cantar en inglés y usar guitarra eléctrica, elementos considerados "imperialistas". Una paradoja, porque el rock nunca ha tenido un compromiso ni con la derecha ni con la izquierda. Cada grupo tenía sus propios postulados y los defendían a ultranza, como Los Jaivas y los Blops, que defendían la vida en comunidad. En todo caso, en el sello Dicap hubo espacio para que se colara este tipo de música no militante. Había grupos, como Congo Xingú o Tiempo Nuevo, cuya forma de tocar no tenía nada que ver con la Nueva Canción Chilena.


Fuente: The Clinic

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