jueves, julio 24, 2008



REBELIÓN EN LA WEB


Por Pedro Fernández


Pascual Serrano, periodista licenciado en la Universidad Complutense de Madrid, es uno de los fundadores del exitoso periódico electrónico Rebelión, fuente de información de millones de lectores en el mundo y en especial en América Latina.

Rebelión se edita en idioma español y se ha identificado con las luchas por la independencia y la justicia social que se libran en nuestro continente.

Desde 1992, Pascual serrano participa en proyectos de comunicación alternativa y es miembro del consejo editorial de varias publicaciones de España y América Latina. También fue asesor editorial de TeleSur y ha publicado varios libros sobre política internacional y medios de comunicación. El más reciente es Medios violentos. Palabras e imágenes para el odio y la guerra, donde expone cómo los grandes medios pueden destinarse a fomentar el odio interétnico, intercultural e incluso, a la legitimación y preparación para la guerra y la intervención militar.

En diálogo con Punto Final, Pascual Serrano contó la historia y la realidad de Rebelión, que en Chile tiene miles de lectores.

¿Cuál es la historia de “Rebelión”? Cómo y cuándo nació, quiénes la crearon, cuáles son sus propósitos…

-Rebelión nace en Madrid en septiembre de 1996, es decir, hace siglos, en términos de Internet. Nace del encuentro entre un informático que vio las posibilidades de la red –en un tiempo en que ni los grandes medios se planteaban una página web- y un periodista que ya se desenvolvía en los medios alternativos. Pensábamos ser una agencia de prensa que proporcionara contenidos de actualidad internacional a radios comunitarias y publicaciones alternativas escritas. No imaginábamos que fuésemos a ser diarios ni que el público en general pudiera acceder a Rebelión. No pensábamos que las páginas web se fuesen a popularizar ni que existiesen buscadores que permitieran conocer nuestra página.

Con el tiempo todo eso ha cambiado. Seguimos considerando importante servir como agencia que nutre a otros medios, pero es evidente que muchos consideran a Rebelión como un medio de información destinado a la población. También hemos variado nuestro primer concepto, que era sacar a la luz noticias ocultas por los grandes medios. Hemos comprobado que hasta en los temas cubiertos por la agenda informativa dominante se puede ofrecer otro tipo de enfoque o análisis.

¿Cómo funciona “Rebelión”, con qué recursos humanos y técnicos cuenta. Hay un cuerpo de colaboradores estable?

-Rebelión se ha mantenido firme en actuar al margen del mercado. No existe el dinero, nadie cobra ni nadie paga. Todos los miembros del equipo editorial tienen otro trabajo y es en su tiempo libre cuando sacan adelante este proyecto. No hay sede, ni patrimonio común, no hay jerarquías entre la docena de personas que componemos el equipo editor. Yo soy uno más, simplemente soy el único de los fundadores que sigue en el proyecto. Se trabaja desde el propio domicilio u oficina con equipos personales y conexión a Internet, también personal. Ese sistema nos permite no depender de ninguna institución ni sufrir condicionamiento económico de ningún tipo.

Aunque la mayoría somos españoles, vivimos en diferentes países. El método de organización se basa en cada uno se hace responsable de una o varias secciones, en función de su disponibilidad. Hay quien lleva media sección en colaboración con otro compañero, y quien asume cuatro o cinco. El responsable de la sección asume el compromiso de mantenerla nutrida con los acontecimientos de actualidad, atender a los colaboradores habituales, a los lectores que envían textos, etc. Si alguno no puede atender su sección por alguna razón, como viajes o vacaciones, es sustituido por otro miembro del equipo.

Luego existen mecanismos transversales para la definición de la línea editorial. Hemos creado varias figuras organizativas por medio de las cuales cualquiera puede poner a ‘referéndum vinculante’ entre todos, una noticia de cualquier sección, aunque no sea la suya. Puede también someter a ‘referéndum consultivo’ algún texto de su sección sobre el que tenga dudas, o decidir especiales informativos en portada. Todas esas decisiones se toman en menos de veinticuatro horas. El perfil de los editores es relativamente plural, algunos militan en organizaciones, otros no; algunos son periodistas, pero no todos. Nuestra participación en otros colectivos no suele reflejarse en Rebelión, por entender que éste es un proyecto meramente informativo.

Amplitud ideológica

Nuestro criterio editorial no es el de publicar sólo contenidos con los que estamos de acuerdo. Nuestro espectro ideológico para la publicación es más amplio. Eso es importante para mantener pluralidad, siempre en el marco de contenidos de Izquierda. En cualquier caso, el texto es valorado por el responsable de sección.

Por otro lado, Rebelión se define exclusivamente como un medio de comunicación, no participa en ningún movimiento social, no suscribe comunicados ni manifiestos, ni apoya explícitamente movilizaciones ni causas de ningún tipo. Nuestra forma de apoyar es la información y difusión.

En cuanto a la dinámica de funcionamiento, se basa en colocar textos planificados para el día siguiente, de forma que a las siete de la mañana de cada día, hora española, aparecen nuevos contenidos y los del día anterior pasan al archivo. Un miembro del equipo es el responsable de seleccionar las ocho noticias de portada.

Además del equipo editorial contamos con numerosos colaboradores que nos envían sus trabajos, con otros medios de referencia que nos ceden sus textos y con un equipo de traductores que tienen su propio sistema de coordinación para evitar duplicidades.

Los textos originales de Rebelión, o que nos han sido enviados por sus autores, se acogen al régimen de Creative Commons, es decir, se pueden reproducir si no se tiene ánimo de lucro.

¿Cuántas visitas tiene la página de “Rebelión”?

-No solemos publicitar las cifras de acceso. Entre otras razones, porque no queremos caer en carreras de audiencias o ranking entre medios alternativos. En cualquier caso, el número de páginas leídas al mes se encuentra en torno a seis millones, y un millón corresponde a la portada.

Uno de los temas que nos obsesiona es que los textos puedan ser comprensibles para cualquier lector hispanoparlante. Eso crea muchas restricciones a la hora de su selección, porque muchas de las colaboraciones no tienen en cuenta ese criterio y son escritas en clave nacional, lo que nos impide su publicación.

Fuente: Punto Final

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