sábado, enero 12, 2008


INTELIGENCIAS MÚLTIPLES

Por Sandra Schneider

“Las inteligencias múltiples no pueden ser un objetivo. Son un instrumento, una técnica, una estrategia…” Howard Gardner

Howard Gardner nació en Scranton, Pennsylvania, en 1943. Es hijo de refugiados de la Alemania nazi. De niño fue un alumno muy estudioso y le gustaba tocar el piano. Sus estudios posteriores a la secundaria los realizó en la Universidad de Harvard. Se formó como psicólogo especialista en Psicología Evolutiva, y luego como neuropsicólogo. Desde mediados de 1980 se involucró profundamente en la reforma educativa de su país. Ha escrito centenas de artículos y más de quince libros, entre ellos “Inteligencias Múltiples”, “Mentes Creativas” y “La mente no escolarizada”. En 1990 fue el primer estadounidense que recibió el Premio de Educación Grawmeyer de la Universidad de Louisville. Desde 1986 enseña a enseñar en la escuela de graduados de Educación de la Universidad de Harvard; allí se desempeña como profesor de Educación y Psicología; en la Escuela de Medicina de Boston dicta clases como profesor en la cátedra de Neurología. Desde 1972 es codirector del Proyecto Zero de Harvard. Este proyecto es un grupo que desarrolla, desde hace treinta años, investigaciones sobre los procesos de aprendizaje de niños y adultos. Junto a sus colegas viene trabajando en el diseño de evaluaciones basadas en el desempeño, la educación para la comprensión y el uso de las multinteligencias para lograr un currículum que permita una enseñanza y una evaluación más personalizada. En los últimos años ha llevado a cabo un estudio profundo de casos ejemplares de creadores o líderes y de los valores que estos sustentan, en diferentes trabajos profesionales.

La Teoría de las Inteligencias Múltiples posibilita entender que el desarrollo humano es complejo y no responde a un único modo de conocimiento o de representación, sino que, por el contrario, responde al menos a ocho capacidades o inteligencias bien diferenciadas.

Las ocho categorías a las que hacíamos referencia son las siguientes:

1.Inteligencia lingüística.
2.Inteligencia lógico-matemática.
3.Inteligencia visual-espacial.
4.Inteligencia corporal y cinestésica.
5.Inteligencia musical.
6.Inteligencia intrapersonal.
7.Inteligencia interpersonal.
8.Inteligencia naturalista.

Cuando mencionamos que un niño tiene un mayor desarrollo en su habilidad lingüística, estamos diciendo que piensa y que se expresa con mayor frecuencia a través de la palabra. Que ama comunicarse, leer, escribir, contar. Que ama exponer utilizando el lenguaje en forma oral o escrita, usando de manera eficiente las estructuras lingüísticas.

La habilidad lógico-matemática permite que, de manera casi natural, las personas utilicen el cálculo, las cuantificaciones, consideren proposiciones o establezcan y comprueben hipótesis para resolver situaciones de la cotidianidad. Estas personas piensan por razonamiento y aman comparar, clasificar, relacionar cantidades, utilizar el razonamiento analógico, cuestionar, experimentar y resolver problemas lógicos.

La capacidad para percibir, transformar, modificar y descifrar imágenes, tanto internas como externas, está estrechamente relacionada con la inteligencia espacial. Los inteligentes espaciales se manifiestan a partir de imágenes, cuadros, ilustraciones y aman diseñar, dibujar, visualizar, garabatear. Las profesiones que mayor capacidad espacial requieren para su desarrollo son los marineros, pilotos, escultores, pintores, arquitectos, ingenieros.

Inteligencia corporal y cinestésica. Los inteligentes kinésico-corporales piensan a través de sensaciones somáticas, al tiempo que aman bailar, correr, saltar, construir, tocar y gesticular. Ponen de manifiesto su destreza, coordinación, flexibilidad, velocidad y todas aquellas capacidades relacionadas con las habilidades táctiles. Los actores, deportistas, los cirujanos, los bailarines, los artesanos son los profesionales que denotan en su quehacer esta inteligencia.

La inteligencia musical es la capacidad para percibir y expresarse a través de las diferentes formas musicales. Distinguir y utilizar de manera adecuada el tono, el timbre y el ritmo de una melodía implica tener habilitada esta capacidad. Las personas que son fuertemente musicales perciben, piensan, crean y sienten a partir de ritmos y de melodías. Aman cantar, silbar, canturrear, moverse al ritmo de alguna melodía y escuchar música.

Tener desarrollada la inteligencia intrapersonal es tener un acabado conocimiento de uno mismo y ser capaz de utilizar ese conocimiento personal para desenvolverse de manera eficaz en su entorno. Implica ser una persona independiente, que expresa sus sentimientos, que tiene sentido del humor, que mantiene sus creencias, que conoce bien sus destrezas y sus debilidades y que, además, aprende de sus éxitos y de sus fracasos. Esto significa conocer las propias fortalezas, limitaciones, el propio modo de ser, de pensar, de sentir. Tener presente los deseos e ideales y luchar por ellos. Los inteligentes intrapersonales piensan a partir de una importante introspección, aman fijarse metas, meditar, soñar, planificar y dedicarse momentos para sí mismos. Los profesionales que manifiestan esta habilidad son los psicólogos, los líderes espirituales o sociales y los filósofos.

Tanto la inteligencia interpersonal como la intrapersonal son definidas como Inteligencias Sociales. A través de la primera de estas inteligencias sociales, los individuos interactúan de manera eficaz con los otros, lo que significa que son capaces de conocer, reconocer e influenciar en los deseos, necesidades e intenciones de sus pares. Estas personas piensan relacionándose con la gente y aman liderar, organizar, mediar y participar. Por tal motivo, manifiestan interés por participar en actividades grupales, les gusta enseñar a otros. Los demás los consideran como un buen referente; les resulta atractivo el trabajo cooperativo, al tiempo que resuelven exitosamente, a partir de la mediación, los conflictos que se suscitan. Los docentes, asesores, vendedores, políticos son los profesionales que requieren de tal capacidad.

La inteligencia naturalista se refiere explícitamente a la habilidad para comprender, estudiar, investigar y trabajar con el mundo circundante. Aquellas personas que manifiestan un talento especial para observar, plantear hipótesis, formular hechos relacionados con los fenómenos humanos y naturales tienen desarrollada esta inteligencia. Los biólogos, químicos, jardineros, ecologistas piensan en relación con los hechos tanto humanos como naturales y aman experimentar y profundizar en relación con ellos.

No hay comentarios.: