domingo, mayo 23, 2010



"El racismo se inventó en el siglo XVIII sobre todo para legitimar la conquista, la esclavitud y el colonialismo"

El pasado 6 de enero, el connotado lingüista Dr. Teun van Dijk, catedrático de trayectoria internacional y que actualmente se desempeña en la Universidad Pompeu Fabra, España, visitó el País Mapuche. Fue distinguido por la Facultad de Educación y Humanidades de la Universidad de La Frontera como Profesor Honorario. Entre sus áreas de investigación, destacan los estudios del discurso con respecto del racismo y la ideología. Sobre esto y más trata la siguiente entrevista.


por Cesar Colorado


El racismo, como ideología y práctica social sistemática, cuenta con sus manifestaciones más conocidas y elaboradas en la llamada “Edad Moderna”, en particular por parte de los pueblos de Europa: los “estatutos de limpieza de sangre” implementados por España para perseguir a los judíos en el siglo XIV, y luego para segregar a las personas que no eran de “raza pura” o “sangre azul” en las colonias españolas, es decir, mestizos, indígenas, negros y sus descendientes; el racismo biológico pseudocientífico que surge en el siglo XIX para justificar la superioridad de los europeos, como “raza blanca”, sobre el resto de los pueblos del mundo, y de este modo legitimar la dominación colonial, el nacionalismo y el genocidio sobre los pueblos conquistados.

En el siglo XX, el racismo nazi a través del movimiento nacional socialista que lideró Adolfo Hitler y que persiguió a judíos, a gitanos, y que asesinó a millones de personas en campos de concentración y exterminio; el racismo de “los blancos” contra la población negra e inmigrantes en los Estados Unidos; el apartheid en Sudáfrica promovido por colonizadores holandeses para mantener la supremacía blanca y el poder político, económico y social sobre el pueblo africano.

Éstas, y otras, son algunas de las muestras más conocidas del racismo en la actualidad; es un tipo de racismo explícito, evidente, palpable. Racismo despótico, cruel, con las manos manchadas de sangre. Para combatir el racismo, la ONU, la Organización de las Naciones Unidas, en 1965 adoptó la “Convención internacional sobre la eliminación de todas las formas de discriminación racial”, y estableció el 21 de marzo como Día Internacional de la Discriminación Racial. Sin embargo, a pesar de los diversos movimientos sociales antirracistas de los últimos años, el racismo persiste, disfrazado, oculto, con nuevas ropas; el racimo, hoy, sigue vivo, indeleble, eufemístico y transformista.

Para explicar algunas de las nuevas formas del racismo, presentamos la siguiente entrevista a Teun van Dijk, investigador del análisis del discurso y especialista de trayectoria internacional en estudios del racismo en los discursos dominantes de la sociedad contemporánea.

- El racismo designa un fenómeno de desigualdad social, de discriminación y abuso de poder que como tal existe a lo largo de la historia de la sociedad humana. Sin embargo, ¿en qué momento cobra auge la palabra “racismo”?

El racismo como forma de abuso de poder contra pueblos de apariencia o de cultura diferentes existe desde hace muchos siglos, como sabemos por ejemplo del término barbaroi usado por los griegos para referirse a los pueblos diferentes de ellos. El racismo con una base más ideológica y explícita nació en los siglos XVIII y XIX, como una forma de legitimar la superioridad de la “raza blanca”, también en trabajos que hoy llamaríamos de pseudo-ciencia, pero que en la época se tomaron muy en serio. Hasta por lo menos después la Segunda Guerra Mundial y el Holocausto, las ideas racistas en la ciencia tenían mucha influencia, y aplicaciones en el movimiento eugenístico, que también influenció las políticas de inmigración en América Latina.

- De acuerdo con tus investigaciones, ¿cuáles son las principales características que definen al racismo?


Como ya has indicado, la primera característica general del racismo es que se trata de un sistema social de abuso de poder, de dominación, igual como el sexismo. El sistema tiene dos componentes principales: (i) primero, las prácticas racistas que llamamos la discriminación o el “racismo cotidiano” de las interacciones en que gente ‘blanca’ problematiza, marginaliza, excluye y hasta extermina a los “Otros” y las “Otras” de otras culturas u otra apariencia; (ii) en segundo lugar, es un sistema de representaciones racistas compartidas por grupos, como las actitudes e ideologías que forman la base y la legitimación de las practicas racistas. El discurso forma el interfaz crucial del sistema: por un lado es una práctica social como otras, y por tanto puede ser discriminatoria; por otro lado las ideologías racistas se aprenden y se distribuyen en general por los discursos, sobre todo los discursos de la política o de los medios de comunicación. Crucial en este caso es el rol de las “élites simbólicas” de las tres P: Políticos, Periodistas y Profesores, porque ellos controlan o tienen acceso privilegiado al discurso público.

- ¿Qué función tiene el discurso en la reproducción del racismo hoy en día?, partiendo del presupuesto de que actualmente el racismo es “políticamente incorrecto”, es “mal visto” en la opinión pública.

El discurso puede ser una práctica racista por su contexto (quién habla a quien, cuándo y con qué objetivo, etc.) y por su ‘texto’: la manera sistemática de enfatizar lo bueno de Nosotros los Europeos-blancos y lo malo de Ellos No-Europeos, por ejemplo en la selección sesgada de temas, palabras, argumentos, narraciones, metáforas, etc. Ese discurso negativo puede tener una influencia negativa sobre los modelos mentales que la gente tiene sobre eventos en que participa Otra gente, y esos modelos mentales pueden generalizarse a actitudes e ideologías más fundamentales; que en su turno pueden aplicarse después en actos y otros discursos. Así se cierra el círculo vicioso de la reproducción del racismo. Lo que es “políticamente incorrecto” es solamente el racismo de la extrema derecha, pero no el racismo cotidiano más sutil o indirecto de nuestros propios políticos, periodistas o profesores; al que no quieren llamar racismo.

- ¿Cuáles son los discursos dominantes que repercuten en la reproducción del racismo?


Depende de la época y del contexto. Antes tal vez era el discurso de la iglesia, por ejemplo sobre los judíos o los indígenas y otros “paganos”. Hoy en día es el discurso de quienes tienen más acceso al discurso público, como el discurso político, de los medios de comunicación, de la educación y de la ciencia.

- ¿Cuáles son las principales estrategias discursivas en la reproducción del racismo, no sólo en los discursos dominantes, sino también en el lenguaje cotidiano?


Ya mencioné la estrategia ideológica de la polarización en que a los Otros se representa sistemáticamente con un sesgo negativo, en todos lo niveles del discurso. Muy importante es la repetición de temas negativos, como Ellos son delincuentes, agresivos, problemáticos, etc., o el uso de palabras como “ilegales” en vez de “gente sin papeles” o en “situación irregular”. Muy conocido es el uso de lo que se llaman disclaimers en inglés, como el notorio “No tengo nada contra inmigrantes, pero…”. Las metáforas que enfatizan lo negativo, como “olas” o “avalanchas” de grandes grupos de recién llegados también expresan una evaluación negativa, que puede reforzar la idea de “ahogarse” en la masa de inmigrantes.

- Has señalado que el racismo no es innato sino que se aprende a través del lenguaje. El niño aprende un prejuicio racista, y lo puede poner en práctica a través de su discurso. Probablemente no podemos evitar que los niños aprendan los prejuicios racistas, sin embargo, ¿cuáles serían las alternativas más eficaces para que aprendan a no tener actitudes racistas, es decir, a adquirir ideologías con respecto a la igualdad social, por ejemplo?


Los niños aprenden el racismo primero de sus padres quienes lo aprenden de los discursos dominantes que mencioné antes, y luego de sus compañeros que también lo aprenden de sus padres. Pero también el discurso de la educación es importante, como los profesores o los libros de texto, que muchas veces reproducen estereotipos sobre inmigrantes o minorías. Finalmente, por supuesto, la televisión y sus películas y programas tienen un rol muy importante. En suma, es una influencia muy compleja de varios tipos de texto en muchos contextos diferentes. Obviamente, de la misma manera los niños y las niñas pueden aprender a ser antirracistas si tienen acceso a discurso y gente antirracista; lo que por desgracia es una minoría de la gente del grupo dominante. Son las experiencias y las interacciones en la adolescencia y como estudiantes, sin embargo, que establecen las ideologías terminantes de la gente para su vida adulta. Muchos niños crecen con textos y en contextos racistas sin desarrollar una ideología racista; por ejemplo por el efecto de la relación con una abuela o amigo queridos.

- Tú has analizado la reproducción del racismo fundamentalmente en la prensa comercial, así como en el discurso político parlamentario, en lugares como Holanda, Inglaterra y España. ¿Cuáles son los principales grupos sociales que son objeto de actitudes racistas?


En Europa son sobre todo los inmigrantes que llegaron de África, de Asia y de América Latina, como los turcos (en Alemania y Holanda), los marroquíes (en Holanda, Francia e España), los latinoamericanos (y sobre todo de apariencia más indígena), y los chinos.

- En general se habla de prensa y de políticos de “izquierda” y de “derecha”. Según tus estudios, ¿qué diferencias y semejanzas observas en la reproducción del racismo entre los discursos de “izquierda” y de “derecha”?


Las diferencias en general son más de estilo y de grado que de contenido. En general los gobiernos de izquierda no aplican una política de inmigración mucho más tolerante que los de derechas. Y la prensa de izquierda puede hablar de una manera menos negativa sobre inmigrantes, pero igual expresa y confirma los estereotipos, la delincuencia, las costumbres religiosas, y en general lo “problemático” de los Otros. Y todos, de izquierda y de derecha, ignoran, disminuyen o niegan el racismo de las élites.

- ¿Tú has hecho investigaciones y conoces estudios de la reproducción del racismo tanto en Europa como en América (en particular Latinoamérica), notas diferencias entre la reproducción del racismo discursivo en ambos continentes?


El racismo siempre depende del contexto, los racismos en América Latina por supuesto se manifiestan de una manera diferente que en Europa. Sin embargo, el racismo latinoamericano es un racismo importado de Europa por los colonizadores e inmigrantes europeos, y reproducidos por las generaciones de euro-descendientes e incluso los mestizos después. Diferente es, primero, que el racismo americano es anti-indígena, y perpetrado por invasores, y no como en Europa por los pueblos originarios. Segundo, en las Américas el racismo dominante es anti-africano como consecuencia de la posición de los afro-latinos como esclavos, y después como clases más pobres. Desde siglos, la vida común entre blancos, indígenas y afro-latinos ha sido mucho más de interacciones diarias frecuentes, donde los últimos en general eran los sirvientes de los primeros.

- ¿De qué modo ha evolucionado la ideología capitalista con la ideología racista?


Es como Rigoberta Menchú dice: el racismo se inventó en el siglo XVIII sobre todo para legitimar la conquista, la esclavitud y el colonialismo. Después servía para fortalecer y reproducir la hegemonía blanca, como todavía es el caso en Europa; capitalismo y racismo han caminado históricamente de la mano.

- Tus primeros estudios fueron de teoría literaria (de poesía francesa), luego de lingüística, estudios muy formales, ¿en qué momento surge la preocupación y el interés por estudiar el racismo?


Eso ocurrió más o menos en 1980, fortalecido por una estancia de meses en México, donde por primera vez miré la miseria y el trato contra los indígenas. En Holanda, mi interés en temas sociales creció por la observación de la ignorancia y la negación del racismo, y la falta de interés en la lingüística y los estudios del discurso para esas formas de abuso de poder.

- En general, ¿cuánta atención tiene el estudio del racismo en el marco de los Estudios Críticos del Discurso y qué crees que aún falta por investigar?

Hay muchísimas cosas que todavía tenemos que estudiar, por ejemplo: (i) los discursos más difícilmente accesibles de las élites simbólicas, las reuniones de los gobiernos, de la redacción de los medios de comunicación, de las conversaciones de profesores, jueces, burócratas, policías, etc.; (ii) hay que analizar todavía muchos periódicos, programas de televisión, debates parlamentarios, o libros de texto, sobre todo en España; (iii) se necesita examinar más aspectos de los discursos, incluso de las imágenes, y en general de los discurso multimodales, también en Internet. Y por supuesto, también hace falta estudiar los antidiscursos y discursos de resistencia de los inmigrantes o grupos antirracistas.


Fuente: Azkintuwe

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