martes, mayo 18, 2010




DECLARACIÓN PÚBLICA sobre situación de diario LA NACIÓN


Ante la situación que afecta al diario La Nación y el debate que se ha producido en torno a él, la Escuela de Periodismo de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso ha emitido la siguiente declaración pública.


El cuerpo académico de la Escuela de Periodismo de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV) manifiesta su rechazo a cualquier acción que signifique la desaparición del diario La Nación , pues considera que se trata de un medio que diversifica y ayuda a democratizar el espacio público nacional. Si dejara de existir se correría el riesgo de fortalecer y restringir aún más el actual escenario de la prensa escrita nacional, con la acción comunicativa prácticamente exclusiva de un duopolio de grandes consorcios

"La Nación", como medio amparado en el Estado, ha podido expresar, en distintos períodos y bajo distintas modalidades, temas y contenidos que el mercado no propicia o que no forman parte de la agenda de otros medios, ya sea por opciones ideológicas o compromisos editoriales diversos generados, principalmente, por motivos de tipo económico. Su relación con los gobiernos de turno, si bien en general ha sido de cercanía y apoyo, como fue el caso de su antecesor el Cronista en tiempos de dictadura, también ha generado casos de valioso periodismo independiente con elevados índices de lectoría como ha sido el de "La Nación Domingo", con repercusiones y comentarios en la semana.

Es que "La Nación", desde que fuera fundada en 1917, siempre ha sido un medio con identidad que ha evidenciado un compromiso con desnudar las falencias de nuestra sociedad. Al respecto, el escritor Alfonso Calderón se preguntó en 1993 por qué Joaquín Edwards Bello había permanecido tanto tiempo en "La Nación", teniendo la posibilidad de desarrollarse en otros medios y en otras actividades. Su respuesta fue simplemente porque trató de cambiar los hábitos de este país, denunciando la viveza criolla, los acomodos, los negociados, la presencia de los gestores, la tipología de los venales y a cuántos, en vez de amar a su patria, la mamaban sin tregua .

A "La Nación" se la ha acusado de ser un diario de trinchera , calificativo con que se la ha pretendido denostar, cuando esa función política alguna vez todos los medios la han cumplido. Lo que sucede es que otros actúan desde una pretendida objetividad o tratamiento ponderado de las informaciones, cuando lo que hacen es encubrir sus opciones y preferidos.

Al contrario, el diario estatal hizo antes del Gobierno actual porque hay que distinguir que Estado y Gobierno no son sinónimos- una declaración explícita de su línea editorial con el fin de evidenciar el marco de sus planteamientos y puntos de vista. Con eso se pretendió hacer un ejercicio de sinceramiento renovador del espacio público, para no incurrir en la estratagema clásica de invisibilizar las opciones propias en una falsa apariencia de neutralidad, con tal de captar a lectores no avisados o simplemente ingenuos.

Todo medio cuenta con una opción editorial, a pesar de que haya algunos que no la expongan en una página específica.

"La Nación", además, se ha convertido con el tiempo en un importante medio de referencia, con altos niveles de lectoría en papel los fines de semana y más aún con una elevada cantidad de visitas en su sitio web, las que se empinan por sobre las 180 mil únicas sólo en los domingos. Eso da cuenta de un proyecto editorial que establece sintonía con los lectores, que relativiza los juicios sobre su baja incidencia y que da cuenta de una vigencia en distintos soportes.

De allí que la permanencia de "La Nación" sea una aspiración intransable, al igual que su independencia del Gobierno de turno. Podrá discutirse si se la transforma en una empresa estatal autónoma o de otro tipo, pero no puede dejársela al arbitrio sólo del mercado, sobre todo cuando se ha visto que éste no ofrece los resguardos para un abanico amplio de opciones editoriales.

El Estado debe cumplir su rol subsidiario en un área que sufre fuertes distorsiones y que ha provocado la desaparición de proyectos importantes, como La Epoca , por ejemplo. También de este modo se puede hacer una opción por descentralizar el espacio público nacional y propiciar la existencia de nuevos medios en regiones.

Finalmente, hacemos presente nuestra solidaridad con los periodistas de "La Nación", cuya opinión creemos- debe ser consultada e invitamos a los profesionales de la prensa y a los docentes de otras Escuelas de Periodismo a pronunciarse sobre este importante tema.

Cuerpo Académico

Escuela de Periodismo PUCV

Curauma, Valparaíso, 18 de mayo de 2010


Viñeta: Arranz

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