jueves, septiembre 24, 2009



Pedagogía diferencial: diversidad y equidad


Presentación


La diversidad es natural en todo grupo humano y la educación tiene una importancia radical en la interpretación y cultivo dado a la misma. Nacemos iguales pues vemos la luz como seres desvalidos, pero nacemos con unas capacidades y potencialidades diferentes que el medio se preocupa por modelar. La educación es el modelaje por excelencia. De su calidad depende, en gran medida, la calidad y grado de inclusión y de exclusión social de las personas y de sus grupos de pertenencia y de referencia.

La educación parte de unos supuestos, se apoya en unas estrategias técnicas de amplio espectro y camina hacia un horizonte valorativo. Un supuesto de importancia radical es cómo se conciben las diferencias humanas y cómo se articula se gestión en los sistemas educativos (y sociales). A lo largo de la historia el debate sobre la educación ha oscilado entre dos polos o igualdad y diversidad. Es un debate que debe concitar nuevos planteamientos a la luz de sus logros y limitacines. El libro que presentamos va en esa dirección.

Las diferencias humanas con significado para la educación han sido estudiadas evolutiva y transversalmente y clasificadas desde una doble perspectiva o diferencias individuales y de grupo. Los sujetos difieren en sexo, edad, inteligencia, expectativas, cultura étnica, etc. Los grupos, a su vez, difieren en las mismas o similares características. Y en cada momento histórico el origen, la modificabilidad y el sentido de dichas diferencias se ha atribuido básicamente al sujeto, básicamente al ambiente o socialización o a la interacción entre ambos cosntructos. De ello derivan modelos de trabajo tanto para la investigación pedagógica como para la práctica de la educación.

Los avances hacia la igualdad de todas las personas han sido importantes. Recordemos que las culturas griega y latina no daban a los esclavos la consideración de personas. El desarrollo de la democracia ha significado avances en la igualdad de los seres humanos en campos como la educación, el derecho o la medicina. Sin embargo, la sociedad del conocimiento y de la globalización tiene carácter ambivalente. Por un lado, abre posibilidades inmensas para mejorar la calidad humana de la vida de todas las personas; por otro, aumenta la brecha entre ricos y pobres. Tanto en los llamados países ricos como en los pobres se podría estar excluyendo de sus circuitos de participación social a un buen número de personas; aquéllas que a lo largo del período formativo terminan por no reunir los requisitos necesarios para merecer la condición de "ciudadanos productivos", es decir, de personas con una preparación relativa y con capacidad para integrarse en los circuitos económicos de la sociedad más desarrollada. El tipo de educación recibida es determinante para decidir la inclusión o la exclusión social de las personas.


Fuente: Pedagogía diferencial. Diversidad y equidad, Carmen Jiménez Fernández, Pearson Educación S.A., 2005.

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