domingo, junio 13, 2010


Teatro-testimonio

"La Ana no puede llorar"




Recuperar la memoria

Vigencia: La síntesis y una sencilla propuesta visual caracterizan La Ana no puede llorar. La escenografía está definida por una decena de marcos colgantes, metáforas de ventanas y puertas, pero también de marcos de fotografías, como alusión al recuerdo. Cuando desapareció su familia, Ana González de Recabarren se dio cuenta que no tenía un buen registro fotográfico de ellos. De ahí en adelante le tomó foto a todo lo que hizo y vio. En este sentido, el vacío de los marcos tiene que ver con la ausencia de la familia, espacio en blanco que en momentos se llena con imágenes de sus recuerdos.

Mutación: En la obra también se utilizan elementos mínimos para diferenciar personajes: es un montaje con roles dobles, mutación que pulsa el recuerdo con asociaciones borrosas, en que resaltan los momentos reales.

Testimonio: El relato oral tiene valor histórico, porque construye y reconstruye a través de la memoria aspectos de la vida del país.

Elenco: Gran Circo Teatro (Rosa Ramírez, Lilian Vásquez, Gonzalo Pinto, Giovani Angelo, Micaela Sandoval).

Dirección: Mabel Guzmán

Dramaturgia: Patricia Araya


Fuente: Punto Final

No hay comentarios.: