jueves, octubre 21, 2010



Sándwich de Merluza


por Patricio Manns


¿Es posible que el hecho nimio, suscitado al calor de los acontecimientos en la Mina San José y sus arduas tareas de rescate, de cantar “Arriba en la Cordillera”, en la versión del dúo Piñera-Golborne, haya revolucionado de tal manera las cuadernas de este bajel llamado Chile?


Porque el hecho ocurrió: el capitán del bajel, Sebastián Piñera, acompañado en la guitarra por su Le Pera personal, el contramaestre Laurence Golborne, se lanzaron a voz en cuello a robar ganado allende la Cordillera de loa Andes.


Entusiasmadas por la singular situación, las mujeres de los mineros tragados por la tierra y que aún se mantenían ellas en stand by y que, según declaraciones de una de sus portavoces, “estaban que cortaban las huinchas”, aludiendo a su transitorio desamparo sexual, se unieron al consagrado dúo de cantantes-rescatadores porque de hecho se encontraban “arriba en la cordillera”, y al mismo tiempo arriba de la pelota.


No vamos a decir ahora que no fue emotivo, ni menos extemporáneo. La situación daba para todo.


Don Francisco tuvo necesariamente que tener luces del acontecimiento, pero se replegó en su tráiler por miedo a que le estuvieran pasando gato por liebre. Prefirió seguir gustando sofisticados copetes en plena Zona Seca con Ley Seca y todo. Algunos descendientes de arrieros que conocían de memoria la canción, se hacían guiños con los ojos como diciendo: “El original es mejor, es puro filete. Esto no pasa de ser un sándwich de merluza”.


Sin embargo, la peor parte la saqué yo. El teléfono sonaba y sonaba bravamente. Y unos trasnochados rabanitos me contactaron para increparme:


-Mire compañerito: los momios le están robando el tema.


-Bueno- les respondí filosóficamente: _En esta materia ellos están acostumbrados.


-Pero por lo menos ponga una cláusula y que no se vaya a meter el Negro Piñera que ya llegó a demarcar las líneas del campamento.


Cuando en esto me llaman de The Clinic y me piden que comente el encurto.


-Dicen que estás haciendo un giro a la DR –me advirtieron-. O que estás tratando de desplazar al ministro de la Cultura.


Tranquilizo al mundo entero. Ni me he ido a la derecha, ni he desplazado a Cruz Coke de su ministerio. En cuanto a Don Francisco, guarda un silencio de Sábado Gigante, secundado por Vivi, que hace lo propio en su sabadito. Así es que las cosas están tranquilas, no necesito ser rescatado porque están firmes mis pies sobre la tierra y ya hace muchos años que dejé el casco, la pala y el pico, para dedicarme a otros menesteres menos “derrumbantes”.


Fuente: The Clinic

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