EL JUICIO DE PASCUAL PICHÚN
Documental dirigido por María Teresa Larraín
EL JUICIO DE PASCUAL PICHÚN
Al sur de Chile, en la zona de vastas plantaciones forestales, dos vecinos: un poderoso terrateniente y un respetado longo Mapuche, se enzarzan en una disputa por tierras.
Una noche, la casa del terrateniente arde en llamas.
El terrateniente acusa a su vecino y, sin escuchar sus protestas de inocencia, lo lleva a la corte de justicia.
Lo que comienza como una simple disputa entre vecinos, deviene en “El Juicio de Pascual Pichún”, un choque brutal entre dos culturas, dos visiones opuestas del mundo.
Al centro de este conflicto yace, en desolación, la tierra.
BESIEGED LAND
In Southern Chile, in a region of vast forestry plantations, two neighbours: a powerful landowner and a respected Mapuche Chief, fight over contested land.
One night, the landowner’s home catches fire.
He blames his neighbour and, without listening to the Mapuche Chief’s protestations of innocence, takes him to court.
What starts as a mere dispute between neighbours escalates into “The Trial of Pascual Pichun”, a clash between two cultures that have opposing visions of the world.
At the centre of the conflict lies, in desolation, the land.
Ficha Técnica
Dirección: María Teresa Larraín
Fotografía: Waldo González
Montaje: Ricardo Acosta
Música: Andreas Bodenhofer
Producción: María Teresa Larraín y Sarah Zammit
Entrevista realizada por Catalina May para The Clinic
“El Juicio de Pascual Pichún” registra el primer litigio chileno en que se juzga a dos longos mapuches y a Patricia Troncoso.
Antes de empezar el documental, tú llevabas 29 años viviendo en Canadá. ¿Qué sabías del tema mapuche desde allá y por qué te interesó tratarlo?
-El tema indígena siempre me interesó, por la onda ambiental, la ligazón a la tierra un poco espiritual, la naturaleza. También porque yo vengo de una familia terrateniente y de niña uno vive ciertas realidades que se van quedando en ti y después te vas dando cuenta de algunas cosas que te gustaría que hubieran sido diferentes. Chile está lleno de ente de los pueblos originarios y no la vemos. En Canadá se me abrieron un montón los ojos con respecto a temas que tienen que ver con la cosa racial. Ésa es una sociedad bastante diversa y cuando llegué allá me di cuenta de lo increíblemente monolítica que es la sociedad chilena. En Canadá trabajé con comunidades indígenas, con temas de mujeres y de inmigrantes y se te va abriendo la perspectiva de lo que significa ser “progresista”.
¿Encuentras cerrados a los “progres” chilenos?
-Una de las cosas que más me han impactado en mi vuelta a Chile, es cómo gente de mi generación, que se supone que era progresista y luchaba por ciertos ideales, están siendo tan ciegos. Por ejemplo, todos los días sale en las noticias que se sigue peleando por los derechos humanos y los desaparecidos y está bien, yo también peleé por eso. Pero incorporemos un poco los derechos humanos de los pueblos indígenas, si está quedando la embarrá. Es atroz lo que está pasando en sus comunidades: allanamientos, torturas, golpizas. Y la gente que se dice progresista no tiene ninguna sensibilidad al respecto, los ignora. Partiendo por el gobierno.
¿Por qué decidiste documentar el juicio contra el longo Pascual Pichún?
-Yo empecé esta película el año 2003. Quería hacer una aproximación al tema mapuche desde la tierra, el medio ambiente y la injusticia social. Pero llegué a Chile y me encontré con el juicio de Angol. Era la primera vez que se llevaba a dos longos y a Patricia Troncoso,
¿Qué historia es la que nos quieres contar en este documental?
-Yo creo que una buena forma de aproximarse a un tema es dejarse llevar por la historia de los personajes, más allá de probar una premisa. Por ejemplo, los chilenos son malos y los mapuches, buenos. Falso. No hay ni buenos ni malos. Hay una injusticia social que hay que remediar. Lo que yo quería era mostrar los dos lados. Yo vengo de un ámbito de la sociedad chilena que es bien privilegiado y quería mostrar a esos personajes tal cual son: como ángeles y demonios. Y quería tratar de hacer lo mismo en el ámbito mapuche, un mundo al cual no pertenezco y al que sabía que me iba a costar entrar.
María Teresa Larraín nació en Santiago de Chile en mayo de 1951. Estudió Derecho y Drama en
El juicio de Pascual Pichún (“Besiege Land”, 2007), fue financiada por el Sundance Film Institute, (USA), el Ontario Arts Council (Canada) y el Canada Council for the Arts (Canada).
Trailer El Juicio de Pascual Pichún, María Teresa Larraín, 2007
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