sábado, mayo 31, 2008

MALDITA FARÁNDULA


Por Pamela Jiles

“Yo, la peor de todas”


Mi paso por SQP y Chilevisión es una historia de amor. Puedo proclamarlo ahora desde mi sepulcro televisivo, cuando un evidente rigor mortis y un inconfundible olor a cadáver se apodera de mi presente y mi futuro.

Llegué a ocupar el último banco de ese despreciado panel, acusado de las peores lacras, con fama de antropófago y asesino de imágenes, luego de mi breve pero polémica aparición en la franja televisiva del Juntos Podemos Más.

Sólo ese espacio televisivo le tendió la mano entonces a una periodista con un prontuario de marginalidad, una comunista peligrosa e incontrolable, un rostro que había colgado ya de la industria durante quince años. En ese momento lo sentí como un castigo al que debía acudir solamente por mi convicción de que no hay que despreciar ningún escenario puesto que todos son un terreno ideológico en disputa.

Durante meses, mi aparición diaria allá causó extrañeza ciudadana. Unos consideraron que me había vendido a la obsesión por la fama, otros que era chancho en misa, la mayoría me interpeló porque era la tonta útil de Sebastián Piñera que tendría la intención de quedar como rey contratando a una periodista censurada en época de elecciones. La prensa afirmó que una profesional con mi trayectoria debería estar en otra tribuna más seria y prestigiosa, o que mis vetustos huesos iban a parar a esa lacra del periodismo porque estaba acabada, que me había entregado en el otoño de mi carrera a la peor basura de la televisión en un imperdonable traspié, que me prostituí, que llegué a lo más bajo, y algunos pocos más benévolos dijeron que aceptaba tal humillación por la necesidad de parar la olla.

Con espíritu generoso la temible Natalia Freire me recomendó “no te apures, observa y aprende hasta que despierte el personaje que está dentro tuyo”. Así lo hice, tal cual. Al cabo de un mes comenzó a salirme una catuma en la espalda que se transformó en un par de alas de plumas fucsias, una cola de sirena, unos cachos sulfurosos, y por mi boca apareció una voz pausada, hipnótica, seductora, que yo desconocía. Ignacio Gutiérrez –mi polo opuesto en absolutamente todo- fue el primero en acogerme explícitamente. No lo olvido. Luego la Pinky decidió quererme por ninguna razón, Felipe Avello decretó que yo era la abuela sicótico de todos y Chico Pérez consideró que yo era más rara incluso que todos ellos.

Florecí como la perra más perra de la televisión, una villana justiciera que no se arrodilla jamás, la jueza de hierro de la farándula, una polemista de temer, una entrevistadora mordaz y asertiva, un escarpelo en las almas de los famosos, una pulga en el oído para los chilenos con poder y dinero, maestra en el hilo dramático de la puesta en escena televisiva. Mis colegas de la prensa me apoyaron usando los más estrafalarios mecanismos para vencer el veto a mi nombre de las grandes cadenas. El público aplaudió a rabiar a esta vieja que, con aire displicente y superior, decía “en estricto rigor… si me acallan, me acallarán y si me censuran, me censurarán”. Disfruté poniendo ojos de mala hasta quedar con dolor en las sienes. Me transformé en la madre castigadora pero absolutamente veraz y divertida que la audiencia –carente de figuras parentales en este país de huérfanos- necesitaba con desesperación.

A mis compañeros de SQP los odié y me odiaron. En verdad, los quise mucho pero nunca se los dije para no salirme de personaje. Intenté protegerlos de mí misma y de los numerosos peligros que nos acecharon. Me hicieron reír como cabra chica, dimos peleas increíbles como una manada de lobos en que cada uno juega un rol indispensable, sufrimos juntos y creímos muchas veces que el programa moría. Pero seguimos peleando nuestro extraño espacio de libertad.

Somos –fuimos- un grupo de perdedores que no se rinden ni se toman en serio, unos losers, el foco de todo tipo de insultos, la representación del oprobio, una casta de perseguidos, lo que botó la ola del periodismo, el último reducto de las carcajadas y de la más profunda frivolidad. Rejuvenecí diez años por lo menos, aunque no se me note por fuera.

Los bastiones conservadores de que está plagada la televisión dicen que sólo sabemos destruir, que nos sale fuego por la boca, que nos recibimos con honores en la universidad del mal. Es una buena señal causar tanto rechazo entre mojigatos, los retrógrados, los practicantes del doble estándar. Es un orgullo poner tan nerviosos al club de pinochetistas trasnochados de la televisión chilena. Y yo sé que fuimos puros en nuestra cruzada. Una patética familia disfuncional, unos raros, los freak de la pantalla, un lote de ovejas descarriadas, un montón de payasos, unos francotiradores en medio de fuego cruzado, los bufones del reino que se las arreglan para decir las verdades que nadie quiere escuchar.

Tuve la más absoluta libertad de expresión durante casi dos años. Pude ofrecer una mirada del país que no estaba presente en la televisión. Fui estimulada, cuidada y regaloneada por mi equipo como nunca antes en mi carrera. Los ejecutivos de Chilevisión, debo reconocerlo, me permitieron hacer mi trabajo en un marco de respeto y valoración profesional, salvo en la última semana.

Aunque el final de esta historia de amor es ingrato y desconcertante, creo que en este tiempo hicimos avanzar la industria catódica en materia de opinión y que contribuimos un buen poco a entregar contenidos desprejuiciados, tolerantes, pluralistas, distintos de lo oficial y bien visto. Me parece –modestamente- que arrastramos a toda la televisión chilena en esta difícil tarea y que corrimos los marcos de lo que está permitido decir hoy en pantalla. Estimo que logramos transparentar varias zonas oscuras de nuestra provincia del final del mundo. No es poco.

Las mejores historias de amor son breves e intensas. Era demasiado bueno para durar. Que mis numerosos enemigos se regocijen con mi fallecimiento. Que hagan una serpentina con mi cabeza –que exigieron por pantalla- y se la metan por el culo.

No habrá viudos en esta historia porque carezco de talento para hacerme de amigos. Tengo un carácter hosco e irónico que se ha empeorado con los años. A mí me gusta pelear y que peleen conmigo. Pero tal vez, el público me recuerde de vez en cuando. Quizás me vuelva un fantasma legendario. O tal vez no. Capaz que hasta las Argandeñas y los Camiroagas me echen de menos de manera inconfesable. La vida es un misterio sorprendente. Seguro habrá en alguna parte otra batalla esperándome, una nueva aventura para esta anciana rebelde. Debo mantener mi armamento preparado, como siempre.

En la hora del adiós, tengo pica y tengo rabia. Pero si me aquieto unos instantes prevalece a las malas sensaciones el agradecimiento por haber formado parte de un proyecto comunicacional progresista en el que creo firmemente y en el que entregué toda mi maldita pasión indomable.

Muero con las botas puestas. Yo, la peor de todas.


Fuente: The Clinic


FUNA A "YINGO"

Una intervención mediática realizaron alumnos de la Universidad de Chile el 29 de mayo en el programa “Yingo” de Chilevisión. Luego de que un estudiante gritara la consigna de guerra, un piquete intentó cruzar hasta el escenario, donde guardias y miembros del programa se les abalanzaron bruscamente y con violencia.

Luego de sufrir varios golpes, los estudiantes, provenientes de Cs. Sociales, Derecho e ICEI, procedieron a abandonar el lugar, escoltados por el personal del canal televisivo. Estando ya fuera del establecimiento, les retuvieron los documentos de identificación hasta que uno de los alumnos llamó a Carabineros, luego de que uno de los guardias lo amedrentara diciéndole que le iba “a romper la cámara y el hocico”(sic).

Posterior a eso, gritaron nuevamente la consigna, para retirarse finalmente.



viernes, mayo 30, 2008



Crisis Mundial Alimentaria

Por Paul Walder

Podría ser otra burbuja, pero esta vez con efectos siniestros y mortales. La ética de los mercados, de los apostadores de las bolsas y otros jugadores, sólo tiene un objetivo numeral, que es la ganancia fácil, a corto plazo, la multiplicación instantánea de los beneficios. Desde que los grandes tahúres mundiales vieron un nuevo espacio de especulación en los alimentos –un bien por definición necesario, vital- su precio se ha desbandado. Lo que los operadores de mercados habían venido haciendo, que es la inversión y especulación, en áreas como las finanzas, la vivienda, los servicios de toda índole, más adelante lo hicieron con fuerza y obstinación en las materias primas. Hoy, bien sabemos, el cobre, el petróleo, el oro y otros commodities, marcan precios históricamente altos, y sin señales de retroceso. Ahora, como la última vuelta a la misma tuerca, es también el momento de los alimentos.



La ambición, que es la naturaleza propia de estos mercados, del capitalismo a fin de cuentas, ha descubierto un nuevo foco de negocio en un bien tan humilde como los alimentos básicos, los granos, desde el arroz, el trigo, el maíz, la soya, todos de consumo humano o animal. Especular con los granos, con los cereales, es apretar la cadena alimentaria desde la base. Elevar su precio, que en la actualidad ha sido en no pocos casos doblarlo, es desde luego trasladar esta carestía a todos los otros alimentos, como, por ejemplo, la leche o la carne, que son derivados de los granos. Un grano como la soya, que también ha subido de forma histórica su precio, se emplea básicamente como alimento animal, empujando al alza, por cierto, todo el espectro alimentario calórico. Según información de la Food and Agriculture Organization (FAO, entre marzo del 2007 y abril del 2008 los aumentos de algunos precios internacionales han sido los siguientes: el arroz ha subido un 163 por ciento; el trigo, 110; maíz, 45 por ciento, lácteos, un 70 por ciento.



El fenómeno, iniciado hace ya más de un año, ha derivado en el 2008 hacia rasgos de crisis mundial con efectos no sólo en una nueva crisis humanitaria en los países más pobres y débiles, como el Africa subsahariana o algunos caribeños y centroamericanos, sino en una fuente cierta de desestabilización social y política. Las advertencias han venido de forma insistente y dramática desde todas las agencias internacionales, como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, la FAO, y, por cierto, las Naciones Unidas. Su secretario general, el coreano Ban Ki-Moon habla de “una auténtica crisis mundial”.

“Cualquier muerte por hambre es un asesinato”



Aun más enfático y dramático en su alarma ha sido el relator de las Naciones Unidas para la alimentación, el suizo Jean Ziegler. La potencia de sus palabras queda en evidencia: “Cada cinco segundos, un niño menor de diez años muere de hambre o por sus secuelas inmediatas. Más de 6 millones en 2007. Cada cuatro minutos, alguien pierde la vista debido a la falta de vitamina A. Hay 854 millones de seres humanos gravemente infraalimentados, mutilados por el hambre permanente”.”Esto ocurre en un planeta que rebosa de riquezas. Por tanto, esta masacre cotidiana por el hambre no obedece a ninguna fatalidad. Detrás de cada víctima hay un asesino. El orden mundial actual no sólo es mortífero, además es absurdo. La masacre está instalada en una normalidad inmóvil. Cualquier muerte por hambre es un asesinato”.

En el corto plazo, y tal vez en el mediano, no hay ninguna señal de una caída o disminución en los precios. Todos los factores juegan en contra, amplificando el síndrome. Otras causas son los miedos atávicos a la carencia de un bien tan básico y fundamental como el arroz o el maíz, lo que ha generado todo tipo de reacciones que presionan aún más en los precios. La ONU, la FAO, el FMI o el BM sólo pueden alarmarse. Ante el mercado, ante ya varias décadas de liberación de los mercados, fenómeno, recordemos, promovido con entusiasmo a toda prueba por agencias como el mismo BM y el FMI, y claro está, por la hoy en decadencia OMC (Organización Mundial de Comercio), es poco lo que se puede hacer. Y a los actuales precios, hasta la ayuda humanitaria será escasa. Entre las causas, complejas y enrevesadas, de tan brutal inflación, es posible detectar las siguientes:




*Las crisis hipotecarias y financieras, la inestabilidad en los mercados de divisas, el complejo panorama económico que sufre la economía estadounidense han presionado a los inversionistas y especuladores a buscar otros tipos de instrumentos de inversión. Ya no tanto los bonos y otra diversidad de papeles y derivados de esos papeles, sino el retorno a lo clásico: materias primas, en un comienzo, y ahora los granos. Un ingreso impetuoso, que ha duplicado en varios rubros los precios colocándolos en niveles históricos. Pero esta vez el casino financiero tiene efectos perversos directos: como ha dicho el director de la FAO, el senegalés Jacques Diouf, por cada punto porcentual que suben los alimentos son 16 millones las personas en el mundo que se condenan al hambre, a la muerte.



*Hay otro factor inmediato que ha influido en el aumento de los precios y su especulación. El alza del petróleo, que es también un efecto de la especulación, tiene una doble consecuencia en la carestía de los granos. Está, de partida, el mayor costo en el transporte de los alimentos, y está, en un lugar predominante, el uso de los alimentos como insumo para elaborar biocombustibles.




*La economista Vandana Shiva escribió hace unas semanas un artículo sobre los biocombustibles, sobre su tremendo impacto en el precio de los alimentos y su prácticamente nulo efecto sobre el mercado de los combustibles. “Un remedio peor que la enfermedad” alerta. El primer efecto está más que claro: “El presidente de EEUU ha prometido el pasado diciembre un gran salto en la producción de biocombustibles de aquí a 2020. Eso empuja a tal punto al alza la demanda y los precios del grano, que los pobres van a quedar literalmente fuera de los mercados de alimentos”.



El segundo efecto, dice, ya comienza a observarse. “Las cuentas también valen para los EEUU, si en lo venidero, y conforme a las previsiones del gobierno, se dedica el 20% de la cosecha de maíz a la producción de etanol. Con la cantidad de combustible así producido, sólo puede substituirse el uno por ciento del consumo anual de petróleo. Si se usara toda la cosecha de maíz para la producción de etanol, podría substituirse un escaso 5% del actual consumo de petróleo. ¿Quién puede sostener seriamente que aquí se perfila una alternativa para enfrentarse a la tan temida clausura de las fuentes del petróleo?”


El mercado, aquel libre juego de la oferta y la demanda, es hoy un chiste cruel. Porque esta crisis especulativa no tiene relación con la oferta y la demanda. La crisis sucede en un periodo de producción normal, incluso de expansión de la producción. El exceso, la redundancia, la hipertrofia capitalista, la globalización nihilista, el libre mercado llevado al paroxismo es lo que ha conducido a la situación actual, que no sólo es la condena a muerte de millones de personas. Es también el comienzo del repliegue de los mercados tal como los hemos conocido durante las últimas décadas, lo que se observa en el actual caos comercial, en el miedo, el pánico, en el desabastecimiento. Los miedos ancestrales que han angustiado a tantas generaciones vuelven a expresarse en toda su brutalidad junto -¡qué paradoja!- el consumo masivo de bienes de la alta tecnología. Acaparamiento irracional de alimentos, cierre de fronteras, reducción de las exportaciones, aumento del proteccionismo a fin de cuentas. El sistema de mercado se rompe por lo más básico y humilde, que son los alimentos.




Las organizaciones internacionales, que prevén una crisis social, han detectado hasta el momento 37 naciones conflictivas. Y no sólo africanas o del Tercer Mundo. Entre ellas está México, país, recordemos, de la OCDE, y miembro del TLCAN. El precio de la tortilla, alimento básico de maíz, ha subido en un 30 por ciento y seguirá subiendo. Los conflictos y las revueltas están en su comienzo, como advierten y alertan las agencias internacionales. De seguir así, ha proyectado la FAO, la población mundial subalimentada subirá de los actuales 800 millones a 1.200 millones para el año 2025.


Fuente: Walderblog

A continuación, se reproduce un fragmento de la entrevista al escritor Eduardo Galeano realizada por Roberto Montoya, publicada en El Mundo.

El escritor uruguayo pone también la lupa en «el reino del petróleo» y el auge de los biocombustibles. «Para EEUU, fue un error de Dios poner el petróleo bajo las arenas de Medio Oriente, en vez de ponerlas donde debía». «El petróleo sigue siendo el producto rey. ¿La prensa europea le dedicaría tanta importancia a Chávez, como un Satán siempre disponible, si Venezuela en vez de petróleo exportara lechuga?». Y otro tanto dice de Irán: «Ahora va a resultar que las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki las tiró Irán, y no, las tiró nada menos que un Gobierno demócrata de EEUU.

Galeano concluye: «El mundo gira alrededor de su majestad el auto. «¿Cómo se explica que importe más alimentar a los autos que a la gente? Si el petróleo es insuficiente o muy caro, vamos a darle de comer soja, maíz, azúcar. ¿Cuál es el miembro más importante de la familia?: Sin duda el que duerme en el garaje».

Leer Entrevista



jueves, mayo 29, 2008


ENTREVISTA A REUVEN FEUERSTEIN
Colaboración del Centro Cognitivo

de la Universidad Diego Portales


ENTREVISTA EN LE JOURNAL DES PSYCHOLOGUES,

junio 1987 ( Traducción Cecilia Assael)


¿Cuál fue su primera formación y su primera práctica?

Comencé mi práctica a la edad de 8 años. Habiendo comenzado a leer y aprender la Biblia a los 3 años, a los 8, ya tenía muchos alumnos. Ellos me eran llevados por sus padres, que a toda costa querían hacerlos leer, cuando todos los otros profesores decían que tal cosa era imposible. Existía sobre todo la necesidad de enseñarles a los niños a decir el “Cádiz”, que es una oración. Yo, siendo bastante ingenuo y no habiendo tenido formación psicológica no sabía que estos niños estaban en dificultades y les enseñe a leer. Estos niños tenían 14 años aproximadamente. Tuve también un grupo de adultos, que querían aprender hebreo porque se iban a Israel. Comencé de alguna manera la carrera de profesor a una edad muy joven. Después comencé los estudios.

¿En esa época usted estaba en Rumania?

Si. Estudiaba en la Universidad durante la guerra, me entregaron un curso de niños, cuyos padres habían sido deportados. Yo era en ese momento sub director de una escuela de Bucarest, que tenía por misión entregarle a esos niños cosas que ellos ya no poseían. Realicé mis estudios de Psicología en Rumania, y luego en Jerusalén, fui maestro de escuela para niños que venían de los campos de concentración del Holocausto. Estos niños habían estado muy traumatizados. Fueron necesarios muchos esfuerzos, no para hacerlos olvidar, sino más bien para que pudieran sobrepasar todas las dificultades que habían vivido. Es ahí que yo vi todo lo que se puede realizar con la ciencia humana, si uno verdaderamente cree. Después de esto fui a Suiza para terminar mis estudios y, también para tratarme una tuberculosis que había contraído durante mi trabajo con los niños. Tuve a Jung como profesor. Luego llegue a donde Piaget. Siendo más viejo que el resto de los estudiantes y, teniendo un poco más de experiencia, fui llamado por una agencia judía para estudiar todos los problemas de los niños del norte de África: Túnez, Marruecos, Argelia, Egipto, todos los niños de esos países que debían partir a Israel. Se trataba de conocer sus características y las dimensiones de su desarrollo mental, ver cuales eran los problemas de estos niños y que hacer para asegurar mejor su adaptación y desarrollo en las escuelas israelíes.

Surgía un problema bastante grave ¿En qué medida y cómo podríamos integrar estos niños que llegaban con un déficit educativo, sin conocer bien su estado y sus condiciones de vida?

En lo que se refería a nosotros, teníamos que saber que métodos utilizar. Es entonces cuando comencé a realizar trabajos en colaboración con el Prof. André Rey, de la Universidad de Ginebra, con Jean Piaget y con personas que trabajaban con él, tales como Barber Inhelder, Marc Michelle, Maurice Jeannet. Este equipo me acompañó a Marruecos. Es de ahí que viene toda esa sabiduría, del hecho de que teníamos un compromiso hacia estos niños, de evaluarlos a cualquier precio, de desarrollarlos. No podíamos aceptar, que uno solo de estos niños no pudiese llegar más allá de lo que su funcionamiento actual, permitía entrever. Sin esta creencia habríamos pensado que si ese niño no era capaz no era problema nuestro. Este compromiso es, por lo tanto, necesario para la creencia y la fe. Sin ella, nada puede ser comenzado.

Pero no es solamente una creencia, puesto que vuestra teoría se apoya sobre datos científicos

Utilizo la palabra “creencia” para el factor energético que me impulsa a buscar las cosas. Yo no soy ni más ni menos inteligente que los otros. Pero para comprometerse con un trabajo de este tipo hay que tener razones fuertes. El lado científico está asegurado, porque sin él, usted no puede hacer eficaz su creencia. Hemos realizado trabajos de investigación, que nos han permitido mostrar que esta modificabilidad es verdaderamente posible. Desde el punto de vista de la evidencia científica, esto existe. Pero muchos datos científicos no son utilizados por aquellos que no tienen necesidad o que no creen, por lo tanto la evidencia científica no basta. Desde 1960, trabajo en la parte teórica; esta teoría sigue un movimiento que está basado sobre la idea que todo individuo puede ser modificado un poco. Pero en mi teoría, se trata de un cambio general de tipo estructural. A veces me dicen “Usted va a hacer cambiar al individuo, le va a enseñar a leer un poco, a hacer algunas cosas. Así usted habrá satisfecho su sentimiento de haber hecho algo”, pero es de hecho una capacidad de abrir, de manera muy significativa, delante del individuo, nuevas vías de desarrollo. Yo no siempre llego a desarrollar el individuo, pero si a abrirle caminos que él sabrá utilizar.

Un niño marroquí estuvo conmigo durante 15 años. Era absolutamente analfabeto. De hecho, yo lo consideraba un niño diferente, tenía el sentimiento de que tenía algún déficit orgánico o emocional. Pensábamos que quedaría para siempre como un niño retardado. Estuvo en tratamiento con nosotros. No llegaba ni a leer ni a escribir, ni a hablar de manera satisfactoria. Tenía una serie de dificultades intelectuales y mentales, y nos preguntábamos si podíamos realmente cambiarlo. Lo colocamos en una escuela profesional para que estudiara carrocería de autos. Realizó su trabajo con adecuación, se casó y tuvo tres niños. Lo dejé de ver durante doce años. Un día me llamó por teléfono y pidió verme. Me contó que actualmente era director de una industria de conservas, que empleaba a aproximadamente a cuatrocientas personas. Había realizado los diseños para las máquinas de embalaje de productos. Yo le pregunté que es lo que necesitaba de mí, y me contestó que tenía un problema. “Durante años, usted me dijo que debía aumentar mi nivel de funcionamiento, y creo que lo logré. Soy co accionista de la industria, poseo muchas cosas, un auto, una familia, bienes, todo lo que deseo. Todo en un principio me va muy bien pero yo no me siento bien. Me gustaría dejar todos estos bienes de lado, para de alguna manera, cultivarme y desarrollarme yo mismo”. Para mí, esto era verdaderamente un signo de modificabilidad

Estamos actualmente elaborando modalidades de desarrollo tanto para el plano espiritual como intelectual y técnico.

Me gustaría que volviéramos sobre la noción de inteligencia. Su método está hecho para re educarla ¿Qué entiende usted por inteligencia?

Existen mil definiciones de inteligencia. Está la inteligencia que miden los test. Otra visión es la capacidad de utilizar la experiencia pasada para adaptarse mejor a nuevas situaciones. La capacidad de beneficiarse de la experiencia anterior es importante.

¿La inteligencia es medible?

En mi opinión la inteligencia no es medible, según esta definición, ya que no es más que una disposición de las personas para utilizar lo que han aprendido y aplicarlo. El concepto de medida no puede ser empleado para el hombre y su actividad. Hay quienes dicen “aprendió veinte palabras en tres minutos” ¿pero qué significa ello en realidad? No es una medida de sus capacidades. Medir lo inexistente, no es la interpretación de una medida fija del individuo, que sería inmutable. Esto es absolutamente falso, y por lo tanto evitamos con mucho cuidado con el término medida y lo substituimos por “evaluación. Debemos ser modestos delante del organismo humano que no es predecible. Sin embargo la modificabilidad es evaluable. Esto es necesario

¿Cuál es entonces, su posición frente a los test clásicos?

No quiero decir que no sean necesarios, pero los que los pueden hacer no tienen necesidad de pasar por ello, y los otros sabemos que fracasarán

Para mí el éxito de un test, es ciertamente signo de una capacidad. El problema, es que la duda se plantea cuando uno se enfrenta a fracasos. Hay otra serie de razones por las cuales los test, miden sólo ciertas funciones. No digo que no habría que utilizarlos más pero para los niños desaventajados en cualquier plano, los tests pueden convertirse en una fuente de peligro, fijando al sujeto a un estado. Es por ello que hemos desarrollado el L.P.A.D. (Evaluación Dinámica de la Propensión a Aprender) que tiene por objetivo estudiar la modificabilidad del individuo- ¿En que condiciones se puede esperar hacer posible la modificabilidad? Un grupo dirigido por dos profesores coordinadores va a las escuelas y examina a los niños por test de grupo. Esto a veces toma veinte horas de trabajo. Después hay una conversación con los niños sobre los resultados obtenidos. Esto crea a veces condiciones óptimas de activación, tanto para las familias, a las cuales se les muestra el detalle de los resultados obtenidos a través de nuestro procedimiento como para el niño mismo. Así se crea una fuerte motivación para cambiar.

¿Este test arroja un CI para el sujeto?

No da una visión y un cambio para mejorar el estado del grupo de niños

En su conferencia usted habló del niño privado cultural ¿Qué entiende usted por este término?

El niño privado cultural, es aquel que por razones diversas, ya sean barreras internas, ya sean condiciones de vida diferentes, no ha podido beneficiarse de la transmisión cultural. Por estas dos razones, un sujeto puede entonces convertirse en un “privado cultural”; su propia cultura no le ha sido transmitida o su condición en un momento dado, no le permitió recibir esta mediación. En ambos casos la consecuencia de la privación cultural es un síndrome que se manifiesta por el hecho de que el individuo no puede aprender, ni a través de situaciones formales, ni a través de la vida, situación informal de aprendizaje. Las causas pueden remitirse a diferentes orígenes: genéticas, orgánicas, ambientales que hacen que el niño quede sin modalidades de mediación.

¿El resultado sería un tipo de deficiencia de la inteligencia?

Es una deficiencia de ciertas disposiciones, de actitudes emocionales, es lo que nosotros llamamos una percepción episódica de la realidad. El niño no ve la realidad como una cadena de eventos, sino como una serie de imágenes, con muy poca relación entre ellas. Visto de esta manera, de sujeto con “privación cultural” puede parecer tener el mismo estado que un niño orgánico. Los dos tipos de niños pueden ser modificados, dándoles un sustituto específico de la fase de su desarrollo. Una parte muy interesante de nuestra teoría, es que la separación entre niños orgánicos y niños genéticos, no tiene legitimidad, salvo por el hecho, que eventualmente uno puede hacer que el niño orgánico sea más funcional.

¿Vuestro método sería entonces válido para todos estos niños? ¿Usted piensa que son todos modificables?

Absolutamente. Tenemos resultados sobre niños autistas, con síndrome de Down…

Al principio ¿usted aplicó este método en casos clínicos?

No. Comencé por cursos enteros y, tenemos actualmente treinta y cinco mil niños en Israel y, ochenta mil niños en América, también en Suiza, en América del Ser, en Venezuela, siguen nuestro método. El elemento más importante de nuestro método es la preparación que le damos a los docentes. Ahora desarrollamos un trabajo con los niños pequeños, con niños normales. En las escuelas para padres, nos dirigimos especialmente a aquellos que tienen niños con un alto nivel de riesgo en su desarrollo, por ejemplo, niños con trisomía, niños nacidos con bajo peso. Hay que hacer algo para que estos niños se beneficien de un régimen más intensivo de mediación para que puedan llegar a sobrepasar esta dificultad

Es por tanto a nivel preventivo. Primero utilizó el método con niños con retraso y ahora lo utiliza con aquellos niños que pueden llegar a tener un retraso

Si, exactamente. Hemos desarrollado un método que va a ser aplicado a gente inteligente, pero que debe readaptarse. Es utilizada por ejemplo para preparar obreros, para preparar cuadros para el ejército. Cada vez más, la Psicología y la Pedagogía comienzan a darse cuenta, que lo que tenemos actualmente en término de funciones sufre el riesgo de nos ser suficiente. La exigencia adaptativa de nuestro mundo requiere mucho más de lo que el individuo puede movilizar en sí mismo y, no se trata de factores relacionados con los conocimientos, ya que estos pueden quedar obsoletos. Hoy en día se dispone de una gran acumulación de información, pero hay que saber donde encontrar esa información, como incorporarla, como elaborarla, inferir en esa información datos que nos permitan crear nuevas generaciones de información, un poco diferentes de la actividad intelectual que es solicitada actualmente. Lo que tratamos de darle al individuo normal es un alto nivel de plasticidad. Una serie de industrias y grandes compañías nos han solicitado si podemos entregar un programa para gente inteligente.

¿Qué tipo de organismos? ¿Universidades?

Organismos comerciales e industriales. Las grandes corporaciones querían una preparación para sus líderes, permitiéndoles ser más flexible, más capaces de adaptarse a nueva metodologías de trabajo, a nuevas estrategias de pensamiento, y a nuevos tipos de organización, actualmente muy diferentes de las que llevaron a esa gente a tener éxito. El éxito de ayer, no es garantía del éxito de hoy. Este es el sentido de la plasticidad, de que promovamos la autoplasticidad.

El contexto cultural Israelí, parece haber jugado un rol esencial en la elaboración de su teoría, de su método

Cada vez que doy una conferencia en alguna universidad, hay alguien que viene a decirme ¿Dr. Feuerstein, su teoría no es simplemente aquella del pensamiento judío? Es verdad. En primer lugar existe una fe en la modificabilidad del individuo, su capacidad de modificarse en función de sus necesidades, de convertirse en otro. Esta autoplasticidad yo la encontré en el fondo de mis raíces judías. La inteligencia no puede existir solo para una élite. Es un deber, crear una calidad de vida más allá de las condiciones más simples o básicas que deben ser satisfechas, hay que tener también una calidad espiritual. Lo que es muy importante en nuestra tradición cultural que ha sido guardada. La transmisión intergeneracional e extremadamente fuerte. Sin embargo, desde el momento que una nación deja de transmitirse, deja de preparar nuevas generaciones, a través del pasado, entonces se observa un decaimiento. El ser humano no es más que el producto de su pasado, y mientras más lejos remonta el pasado, más amplio va a ser su futuro. Piensen en el arco y la flecha. Mientras más tiren hacia atrás, más lejos va a llegar la flecha que se lanza. Debo hacer conexión entre esta tradición cultural que se hace al interior de la comunidad y su rol en el desarrollo de la inteligencia, al interior de la familia nuclear. La madre se interpone entre el niño y el mundo exterior. Ella le interpreta las cosas, le amplifica ciertos estímulos. Ella es la mediadora. Los padres no dejan al niño enfrentado al mundo sin interpretación. Se requiere a veces de un filtro. La selección de estímulos no significa en absoluto, falta de libertad. Lo contrario sería una imposición con riesgo de ser tóxica y nociva. La selección es positiva. No es cierto tampoco que para ayudar al niño a desarrollarse haya que poner a su disposición muchos elementos, llenar por ejemplo todos los muros de su pieza con dibujos. Hay que dejar al niño descubrir, encontrarse a sí mismo, elaborar estrategias. El trabajo de mediación de la familia, de la comunidad tiene un valor importante en el desarrollo del niño. La mediación la da el sujeto que vive en un espacio circunscrito, informaciones sobre el exterior y sobre su pasado. Es necesario que sea el pasado del niño. No se le puede pedir a una cultura “mediar” a un individuo en otra cultura. No es el producto de su interacción directa con el medio. Hay una pobreza de procesos de mediación en el medio. Colocamos a las personas ancianas en la frialdad de los hogares de la tercera edad ¿y quien puede entonces mediar la cultura? Viven en un desierto afectivo, sin ser útiles. Antiguamente “el viejo” era el que tenía toda la sabiduría de la historia. Ahora la mediación es solo dejada al maestro, quien es más bien, un transmisor de información. Para esto, estamos dando técnicas de mediación a las docentes de nivel inicial, a los profesores, a las cuidadoras de niños, y también en las escuelas para padres. Hoy en día debemos preguntarnos cual debe ser el objetivo de la educación. La tecnología que les damos a nuestros niños, peligra de quedar obsoleta de aquí a cinco años. Los individuos son preparados de una manera estrecha por la Pedagogía actual. El año 2000 requerirá de adaptarse a través de la inteligencia, de la flexibilidad del pensamiento, de la plasticidad. Hoy día, entregando esta educación específica podemos crear situaciones en las cuales un resurgimiento profesional sería muy útil. La cesantía en parte no existe únicamente por la falta de empleos sino que también porque los individuos no han sido lo suficientemente flexibles para acceder a nuevas técnicas.

Hoy día, más que nunca, el objetivo de la educación debe ser desarrollar la inteligencia.

miércoles, mayo 28, 2008


Discurso de JUAN GELMAN al recibir el Premio Cervantes





Majestades, Señor Presidente del Gobierno, Señor Ministro de Cultura, Señor Rector de la Universidad de Alcalá de Henares, autoridades estatales, autonómicas, locales y académicas, amigas, amigos, señoras y señores:

Deseo, ante todo, expresar mi agradecimiento al jurado del Premio de Literatura en Lengua Castellana Miguel de Cervantes, a la alta investidura que lo patrocina y a las instituciones que hacen posible esta honrosísima distinción, la más preciada de la lengua, que hoy se me otorga. Mi gratitud es profunda y desborda lo meramente personal. En el año 2006 se galardonó con este Premio al gran poeta español Antonio Gamoneda y en el 2007 lo recibe también un poeta, esta vez de Iberoamérica. Se premia a la poesía entonces, “que es como una doncella tierna y de poca edad y en todo extremo hermosa” para don Quijote, doncella que, dice Cervantes en “Viaje del Parnaso”,

“puede pintar en la mitad del día
la noche, y en la noche más escura
el alba bella que las perlas cría...
Es de ingenio tan vivo y admirable
que a veces toca en puntos que suspenden,
por tener no se qué de inescrutable”.

A la poesía hoy se premia, como fuera premiada ayer y aun antes en este histórico Paraninfo donde voces muy altas resuenan todavía. Y es algo verdaderamente admirable en estos “Dürftiger Zeite”, estos tiempos mezquinos, estos tiempos de penuria, como los calificaba Hölderlin preguntándose “Wozu Dichter”, para qué poetas. ¿Qué hubiera dicho hoy, en un mundo en el que cada tres segundos y medio un niño menor de cinco años muere de enfermedades curables, de hambre, de pobreza? Me pregunto cuántos habrán fallecido desde que comencé a decir estas palabras. Pero ahí está la poesía: de pie contra la muerte.

Safo habló del bello huerto en el que “un agua fresca rumorea entre las ramas de los manzanos, todo el lugar sombreado por las rosas y del ramaje tembloroso el sueño descendía”, Mallarmé conoció la desnudez de los sueños dispersos, Santa Teresa recogía las imágenes y los fantasmas de los objetos que mueven apetitos, San Juan bebió el vino de amor que sólo una copa sirve, Cavalcanti vio a la mujer que hacía temblar de claridad el aire, Hildegarda de Bingen lloró las suaves lágrimas de la compunción, y tanta belleza cargada de más vida causa el temblor de todo el ser. ¿No será la palabra poética el sueño de otro sueño?

Santa Teresa y San Juan de la Cruz tuvieron para mí un significado muy particular en el exilio al que me condenó la dictadura militar argentina. Su lectura desde otro lugar me reunió con lo que yo mismo sentía, es decir, la presencia ausente de lo amado, Dios para ellos, el país del que fui expulsado para mí. Y cuánta compañía de imposible me brindaron. Ese es un destino “que no es sino morir muchas veces”, comprobaba Teresa de Avila. Y yo moría muchas veces y más con cada noticia de un amigo o compañero asesinado o desaparecido que agrandaba la pérdida de lo amado. La dictadura militar argentina desapareció a 30.000 personas y cabe señalar que la palabra “desaparecido” es una sola, pero encierra cuatro conceptos: el secuestro de ciudadanas y ciudadanos inermes, su tortura, su asesinato y la desaparición de sus restos en el fuego, en el mar o en suelo ignoto. El Quijote me abría entonces manantiales de consuelo.

Lo leí por primera vez en mi adolescencia y con placer extremo después de cruzar, no sin esfuerzo, la barrera de las imposiciones escolares. Me acuciaba una pregunta: ¿cómo habrá sido el hombre, don Miguel? Conocía su vida de pobreza y sufrimiento, sus cárceles, su cautiverio en Argel, su Lepanto, los intentos fallidos de mejorar su suerte. Pero él, ¿quién era? Releía el autorretrato que trazó en el prólogo de las Novelas Ejemplares: “Este que veis aquí, de rostro aguileño, de cabello castaño, frente lisa y desembarazada”, que nada me decía, salvo la mención de sus “alegres ojos”. Comprendí entonces que él era en su escritura. Me interno en ella y aún hoy creo a veces escuchar sus carcajadas cuando acostaba al Caballero de la Triste Figura en el papel. Sólo quien, desde el dolor, ha escrito con verdadero goce puede dar a sus lectores un gozo semejante. Cómico es el rostro de la tragedia cuando se mira a sí misma.

Declaro que, en verdad. quise recorrer ante ustedes, con ustedes, los trabajos de Persiles y Sigismunda, o la locura quebradiza del licenciado Vidriera, o compartir la nueva admiración y la nueva maravilla del coloquio de los perros, o el combate verdaderamente ejemplar entre los poetas malos y los buenos que tiene lugar en “Viaje del Parnaso” y en el que cualquier buen poeta podía caer herido por un pésimo soneto bien arrojado. Pero tal como la lámpara alimentada a querosén que los campesinos de mi país encienden a la noche y alrededor de la cual se sientan a cenar, cuando hay, y luego a leer, cuando hay y cuando hay ganas, y a la que mosquitos y otros seres alados acuden ciegos de luz y la calor los mata, así yo, encandilado por don Alonso Quijano, no puedo sustraerme a su fulgor.

Muchas plumas hondas y brillantes han explorado los rincones del gran libro. Por eso, parafraseando al autor, declaro sin ironía alguna que, con seguridad, este discurso carece de invención, es menguado de estilo, pobre de conceptos, falto de toda erudición y doctrina. Sólo hablo como lector devoto de Cervantes, pero quién puede describir los territorios del asombro. Con mucha suerte y perspicacia, es posible apenas sentarse a la sombra de lo que siempre calla.

Cervantes se instala en un supuesto pasado de nobleza e hidalguía para criticar las injusticias de su época, que son las mismas de hoy: la pobreza, la opresión, la corrupción arriba y la impotencia abajo, la imposibilidad de mejorar los tiempos de penuria que Hölderlin nombró. Se burla de ese intento de cambio y se burla de esa burla porque sabe que jamás será posible terminar con la utopía, recortar la capacidad de sueño y de deseo de los seres humanos. Cervantes inventó la primera novela moderna, que contiene y es madre de todas las novedades posteriores, de Kafka a Joyce. Y cuando en pleno siglo XX Michel Foucault encuentra en Raymond Roussel las características de la novela moderna, éstas: “el espacio, el vacío, la muerte, la transgresión, la distancia, el delirio, el doble, la locura, el simulacro, la fractura del sujeto”, uno se pregunta ¿qué? ¿No existe todo eso, y más, en la escritura de Cervantes?

Su modernidad no se limita a un singular universo literario. La más humana es un espejo en el que podemos aún mirarnos sin deformaciones en este siglo XXI. Dice Don Quijote: “Bien hayan aquellos benditos siglos que carecieron de la espantable furia de aquestos endemoniados instrumentos de la artillería a cuyo inventor tengo para mí que en el infierno se le está dando el premio de su diabólica invención, con la cual dio causa que un infame y cobarde brazo quite la vida a un valeroso caballero, y que sin saber cómo o por dónde, en la mitad del coraje y brío que enciende y anima a los valientes pechos, llega una desmandada bala (disparada de quien quizá huyó y se espantó del resplandor que hizo el fuego al disparar la maldita máquina) y corta y acaba en un instante los pensamientos y la vida de quien la merecía gozar luengos siglos”.

Desde el lugar de presunto caballero andante quejoso de que las armas de fuego hayan sustituido a las espadas, y que una bala lejana torne inútil el combate cuerpo a cuerpo, Don Quijote destaca un hecho que ha modificado por completo la concepción de la muerte en Occidente: es la aparición de la muerte a distancia, cada vez más segura para el que mata, cada vez más terrible para el que muere. Pasaron al olvido las ceremonias públicas y organizadas que presidía el mismo agonizante en su lecho: la despedida de los familiares, los amigos, los vecinos, el dictado del testamento ante los deudos. La muerte hospitalizada llega hoy con un cortejo de silencios y mentiras. Y qué decir de los 200.000 civiles de Hiroshima que el coronel Paul Tobbets aniquiló desde la altura apretando un simple botón. Piloteaba un aparato que bautizó con el nombre de su madre, arrojó la bomba atómica y después durmió tranquilo todas las noches, dijo. Pocos conocen el nombre de las víctimas cuya vida el coronel había segado. La muerte se ha vuelto anónima y hay algo peor: hoy mismo centenares de miles de seres humanos son privados de la muerte propia. Así se da en Irak.

Creo, sin embargo, como el historiador y filósofo Juan Carlos Rodríguez, que el Quijote es una gran novela de amor. Del amor imposible. En el amor se da lo que no se tiene y se recibe lo que no se da y ahí está la presencia del ser amado nunca visto, el amor a un mundo más humano nunca visto y torpemente entrevisto, el amor a una mujer que no es y a una justicia para todos que no es. Son amores diferentes pero se juntan en un haz de fuego. ¿Y acaso no quisimos hacer quijotadas en alguna ocasión, ayudar a los flacos y menesterosos? ¿Luchando contra molinos de aspas de acero, que ya no de madera? ¿Despanzurrando odres de vino en vez de enfrentar a los dueños del dolor ajeno? ¿“En este valle de lágrimas, en este mal mundo que tenemos –dice Sancho–, donde apenas se halla cosa que esté sin mezcla de maldad, embuste y bellaquería”?

He celebrado hace dos años, con ocasión de la entrega del Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, mi llegada a una España que no acepta las aventuras bélicas y que rompe clausuras sociales que hieren la intimidad de las personas. Hoy celebro nuevamente a una España empeñada en rescatar su memoria histórica, único camino para construir una conciencia cívica sólida que abra las puertas al futuro. Ya no vivimos en la Grecia del siglo V antes de Cristo en que los ciudadanos eran obligados a olvidar por decreto. Esa clase de olvido es imposible. Bien lo sabemos en nuestro Cono Sur.

Para San Agustín, la memoria es un santuario vasto, sin límite, en el que se llama a los recuerdos que a uno se le antojan. Pero hay recuerdos que no necesitan ser llamados y siempre están ahí y muestran su rostro sin descanso. Es el rostro de los seres amados que las dictaduras militares desaparecieron. Pesan en el interior de cada familiar, de cada amigo, de cada compañero de trabajo, alimentan preguntas incesantes: ¿cómo murieron? ¿Quiénes lo mataron? ¿Por qué? ¿Dónde están sus restos para recuperarlos y darles un lugar de homenaje y de memoria? ¿Dónde está la verdad, su verdad? La nuestra es la verdad del sufrimiento. La de los asesinos, la cobardía del silencio. Así prolongan la impunidad de sus crímenes y la convierten en impunidad dos veces.

Enterrar a sus muertos es una ley no escrita, dice Antígona, una ley fija siempre, inmutable, que no es una ley de hoy sino una ley eterna que nadie sabe cuándo comenzó a regir. “¡Iba yo a pisotear esas leyes venerables, impuestas por los dioses, ante la antojadiza voluntad de un hombre, fuera el que fuera!”, exclama. Así habla de y con los familiares de desaparecidos bajo las dictaduras militares que devastaron nuestros países. Y los hombres no han logrado aún lo que Medea pedía: curar el infortunio con el canto.

Hay quienes vilipendian este esfuerzo de memoria. Dicen que no hay que remover el pasado, que no hay que tener ojos en la nuca, que hay que mirar hacia adelante y no encarnizarse en reabrir viejas heridas. Están perfectamente equivocados. Las heridas aún no están cerradas. Laten en el subsuelo de la sociedad como un cáncer sin sosiego. Su único tratamiento es la verdad. Y luego, la justicia. Sólo así es posible el olvido verdadero. La memoria es memoria si es presente y así como Don Quijote limpiaba sus armas, hay que limpiar el pasado para que entre en su pasado. Y sospecho que no pocos de quienes preconizan la destitución del pasado en general, en realidad quieren la destitución de su pasado en particular.

Pero volviendo a algunos párrafos atrás: hay tanto que decir de Cervantes, de este hombre tan fuera del uso de los otros. De sus neologismos, por ejemplo. Salvo él, nadie vio a una persona caminar asnalmente. O llevar en la cabeza un baciyelmo. O bachillear. Don Quijote aprueba la creación de palabras nuevas, porque “esto es enriquecer la lengua, sobre quien tienen poder el vulgo y el uso”. Hace unos años ciertos poetas lanzaron una advertencia en tono casi legislativo: no hay que lastimar al lenguaje, como si éste fuera río coagulado, como si los pueblos no vinieran “lastimándolo” desde que empezaron a nombrar. Cuando Lope dice “siempre mañana y nunca mañanamos” agranda el lenguaje y muestra que el castellano vive, porque sólo no cambian las lenguas que están muertas. La lengua expande el lenguaje para hablar mejor consigo misma.

Esas invenciones laten en las entrañas de la lengua y traen balbuceos y brisas de la infancia como memoria de la palabra que de afuera vino, tocó al infante en su cuna y le abrió una herida que nunca ha de cerrar. Esas palabras nuevas, ¿no son acaso una victoria contra los límites del lenguaje? ¿Acaso el aire no nos sigue hablando? ¿Y el mar, la lluvia, no tienen muchas voces? ¿Cuántas palabras aún desconocidas guardan en sus silencios? Hay millones de espacios sin nombrar y la poesía trabaja y nombra lo que no tiene nombre todavía.

Esto exige que el poeta despeje en sí caminos que no recorrió antes, que desbroce las malezas de su subjetividad, que no escuche el estrépito de la palabra impuesta, que explore los mil rostros que la vivencia abre en la imaginación, que encuentre la expresión que les dé rostro en la escritura. El internarse en sí mismo del poeta es un atrevimiento que lo expone a la intemperie. Aunque bien decía Rilke: “[...] lo que finalmente nos resguarda/es nuestra desprotección”. Ese atrevimiento conduce al poeta a un más adentro de sí que lo trasciende como ser. Es un trascender hacia sí mismo que se dirige a la verdad del corazón y a la verdad del mundo. Marina Tsvetaeva, la gran poeta rusa aniquilada por el estalinismo, recordó alguna vez que el poeta no vive para escribir. Escribe para vivir.

martes, mayo 27, 2008



CINEASTAS CONTRA MAGNATES



A Sydney Pollack In Memoriam


Cineastas contra Magnates es un largometraje de 100 minutos de duración que combina distintas formas de lenguaje cinematográfico (escenas de ficción, material de archivo, clips de films y testimonios de directores) en un ensayo que es, ante todo, un manifiesto de carácter militante en defensa de los Derechos Morales del Autor Cinematográfico frente a las manipulaciones que el medio audiovisual hace de su obra.

Este film debe ser el testimonio definitivo de la lucha que enfrenta el espíritu creador contra el manipulador, y un retablo de las alteraciones que el medio audiovisual viene perpetrando contra la obra cinematográfica, desde el cambio de velocidad en las películas mudas que nos son presentadas de una manera ridícula hasta el coloreado electrónico de films rodados en blanco y negro, pasando por la alteración de su formato original –especialmente el scope-, con el “panning-scannig”, las interrupciones publicitarias en televisión, las modificaciones del doblaje y de la banda sonora.

Esta película no podría haberse realizado sin la participación del ICCA, ICIC, MEDIA, TV3, VÍA DIGITAL, ni la colaboración de la F.E.R.A. (Federación Europea de RealizadoresAudiovisuales), A.N.A.C. (Associazione Nazionale di Autori Cinematografici), The Film Fundation, Filmoteca Española, Filmoteca de Catalunya y el abogado Arnold Lutzker.

Ficha Técnica

Título: Cineastas contra magnates (Filmmakers Vs. Tycoons)
País: España
Director: Carlos Benpar
Guión: Ferran Alberich y Carlos Benpar según el libro “Cineastes contra magnats”(1986) de Carlos Benpar
Música: Xavier Oró y Pep Solórzano
Año: 2005
Duración: 97 min
Género: Documental
Vista en: DVD


Fuente:www.filmmakersinactionvstycoons.com

A continuación, un ejemplo de manipulación de una obra maestra como Blade Runner

Blade Runner: Pan & Scan vs. Widescreen


lunes, mayo 26, 2008



SEMIOLOGÍA


La piedra angular del concepto de signo lingüístico formulado por Saussure es la naturaleza arbitraria del lazo que une el significante y el significado.

El concepto mental de un perro no necesariamente tiene que ser originado por el significante que forman los sonidos /d/, /o/ y /g/. De hecho, para los franceses este concepto es originado por el significante “chien”, mientras que para los alemanes, el significante “hund” cumple la misma tarea.

En el caso de los hispanohablantes, si se pusieran de acuerdo suficientes personas, el significante “perro” se podría reemplazar por “ladrador”, o incluso “blongo” o “laco”.

No existe ninguna razón natural por la cual el significante “dog” o “perro” dé origen al significado.

La conexión entre ambos es arbitraria.

Saussure emplea el término semiología en contraposición a semiótica. El primer término pasará a asociarse con la escuela europea del estudio de los signos, mientras que el segundo se asociará fundamentalmente con los teóricos estadounidenses.

Más adelante, “semiótica” se utilizará para designar en general el análisis de los sistemas de signos.

La única razón por la cual el significante evoca el significado es la existencia de una relación convencional, regida por reglas acordadas (que operan en toda comunidad de hablantes).

Pero si el signo no contiene una relación “natural” que signifique, ¿cómo funcionan los signos?

Para Saussure, el signo significa en virtud de su diferencia con respecto a otros signos. Y esta diferencia es la que da lugar a la posibilidad de una comunidad de hablantes.

Saussure describe cómo el fenómeno general del lenguaje (en francés, langage) está constituido por dos factores:

Parole: actos de habla individuales.

Langue: un sistema de diferencias entre signos.

La langue (lengua) puede concebirse como una alacena comunitaria que alberga todos los diferentes signos posibles que se podrían sacar de allí y utilizar en la construcción de un acto de parole (habla).

Sin duda, el hecho de que la lengua (langue) sea un sistema utilizado por todos implica que también es un fenómeno netamente social.

Pero obsérvese además que el sistema es abstracto: al igual que en una buena partida de ajedrez, pocas veces es necesario detenerse a consultar un reglamento para comprobar la validez del movimiento de una pieza (o de una enunciación). Las reglas se conocen sin que tengan que ser continuamente tangibles.

Otra estructura del lenguaje señalada por la concepción saussureana de la langue es que se relaciona con las restricciones de combinación y sustitución de los elementos lingüísticos.

Si tomamos el conjunto de signos “El gato se sentó en el felpudo”.

Un elemento como “gato” puede significar porque se diferencia de “felpudo”, “el”, “en”, “se”, “sentó”, así como de “horca”, “camión”, “papa”, “ántrax”, etc.

Pero veamos cómo se combina con otros elementos.

Puede aparecer siguiendo un orden estricto con “el”, “se”, “sentó”, “en”, “el” y “felpudo” para formar un sintagma (conjunto de signos ordenados en forma lógica: por ejemplo, una frase, una oración).

Entonces, “gato” mantiene relaciones sintagmáticas con los elementos que le pueden preceder o suceder en una secuencia.

Sin embargo, la significación se da a través de algo más que combinaciones lineales. ¿Qué pasaría si se pudiera elegir entre varios signos?

Puede decirse que “gato” tiene relaciones paradigmáticas (de sustitución) con “cuadrúpedo felino” y “minino”.

Dichas relaciones paradigmáticas deben concordar con las relaciones sintagmáticas como los ejes “x” e “y” de un gráfico de coordenadas.

No obstante, existe cierta flexibilidad, siempre y cuando las relaciones sintagmáticas lo permitan; “gato”, por ejemplo, podría tener relaciones paradigmáticas con su opuesto, “perro”, si el sintagma requiere sólo que se emplee un sustantivo animado.


Fuente: Semiótica para principiantes, Paul Cobley & Litza Jansz, Era Naciente SRL, 2004.

domingo, mayo 25, 2008


Querida Mafalda:

¡Cómo pasa el tiempo!


Nacimos en el corazón de un país que soñaba.


¡Cuántas utopías! ¡Cuántos deseos de crecer, de mejorar las cosas!


Nos tocó convivir con un tiempo de hombres creativos: Luther King, Che Guevara, Juan XXIII, John Kennedy; nos trasmitieron el sentido de la justicia, el valor de los sentimientos, la maravillosa aventura de pensar con la propia cabeza.


Ayer me preguntaba por nuestra amiga Libertad, aquella pequeñita que un día encontraste en una playa, no me acuerdo si era Santa Teresita o Mar del Tuyú, me acuerdo todavía cuando la presentaste a tus padres. Era vivaracha y quemadita por el sol de febrero.


¿Dónde vive Libertad? ¿Es verdad que la mataron durante la dictadura? Dicen que la torturaron y su cuerpo desapareció en el Río de la Plata.
Me cuesta pensar que se murieron sus sueños. ¿Y si vive? ¿Estará filosofando sobre la fragilidad de las cosas y el sentido de la vida?


¿Qué fue de Susanita? ¿Se casó? ¿Pudo realizar su vocación de ser madre?
La imagino viviendo en alguna ciudad de provincia, paseando del brazo del marido (un hombre bajo y calvo) en una tarde de verano, contenta con sus hijos y cuidando el primer nieto, realizada como tantas comunes mujeres.


Supe de Manolito, que perdió sus ahorros durante el corralito y no soportó tanta crisis. Los últimos días lo vieron cabizbajo, murmurando palabras incoherentes, abandonado como un mendigo en una estación de trenes, triste y abatido como tantos.


Sé que Felipe vive en La Habana, que probó con el cine, que tiene un taxi y que habla a los turistas de Fidel y de la revolución con el mismo entusiasmo de cuando vivía en Buenos Aires.


A Guille, tu hermano, lo escuché tocar, hace poco, en la Scala de Milano. Vive en Ginebra, nunca se arrepiente de haber emigrado en los últimos años de Alfonsín, me contó que es feliz con su nueva pareja. Y vos, querida amiga, ¿como estás?


Hace tanto tiempo que no tengo noticias tuyas.
Sé, por otros, que seguís escuchando la radio, que leés los diarios del mundo, que te duele el Irak como te dolía Vietnam, sé que trabajas para la FAO por los pueblos del hambre, que estás indignada por la prepotencia de Bush. Me llegó tu pedido para juntar medicinas para los Médicos sin Fronteras, sé que siguen las reuniones en tu casa de París, que estás confundida, inquieta y preocupada por el futuro del mundo...


En fin, Mafalda, sé lo suficiente como para saber que seguís viva, viva en el alma, niña como siempre.


De parte mía sigo escribiendo siempre, renegando porque me falta tiempo; creyendo, como siempre, en el valor de la sinceridad, perdiendo oportunidades por manifestar mis ideas. Algunos días estoy triste y deprimido, pero puede siempre más la alegría que la tristeza. El mundo no mejoró mucho desde la época en que vivíamos juntos en nuestra patria.


A veces, cuando miro el globo terráqueo, encuentro tu mirada, pienso en todos aquellos que lo miran como vos, en los ojos de los que protestan, de los que no se conforman, y de los que viven en la atmósfera del optimismo y de la justicia.


Esos ojos, junto a los míos, te desean un buen día, querida amiga, por otros cuarenta años tan intensos y jóvenes como los que has vivido.


Un beso grande de tu amigo que te quiere como siempre.

Miguelito.


Leer: Quino, aquí y ahora


sábado, mayo 24, 2008



Semiótica o Semiología

Por Enrique Aimone


El desarrollo de la prensa, radio, televisión e Internet, han contribuido a generar una agenda pública llena de signos del más diverso cuño: sonoros, iconográficos, gestuales, escritos.


En efecto, los noticieros de TV, las telenovelas y programas, los diarios en papel y electrónicos, la pegajosa publicidad “machacante”, los films del cable, los web sites, el cine y su sala oscura, nos impactan con imágenes y sonidos día tras día.

Pero no sólo en los medios masivos abundan los signos; también nos hablan los muros de la ciudad, a través de afiches, propaganda electoral e incluso ingeniosos graffitis que nos interpelan diariamente. La invasión suma y sigue en la vida cotidiana: la señalética de los malls, la “musiquita” de la espera telefónica y de los supermercados, la etiqueta de la golosina que consumimos entre (o a veces dentro de) las clases de la universidad, constituyen muestras de una verdadera avalancha que parece no tener fin.

Al final del día, nos hemos enfrentado a un cúmulo de requerimientos “semióticos”, que incluso se extienden a los sueños que nos depara una noche de descanso.

La verdad que en todo esto no hay nada de nuevo. Desde siempre la especie humana ha usado signos para darse a entender, interpretar y organizar el mundo que la rodea y para comunicarse con sus pares.

Situado en el signo nuestro objeto de estudio, la materia plantea algunas interrogantes:

¿En qué consiste el proceso en virtud del cual podemos describir el mundo que nos rodea?

¿Cómo funciona el lenguaje verbal para esos efectos?

¿Podemos hablar con propiedad de un “lenguaje” de la imagen, del sonido, o del gesto, como se habla del lenguaje verbal? ¿Estos diferentes modos de expresión funcionan de manera similar?

¿Cómo somos capaces, por ejemplo, de distinguir fácilmente, en la pantalla del televisor las imágenes de ficción, de las imágenes “verdaderas”?

Es a estas y otras preguntas que la Semiótica o Semiología, trata de aportar pistas para construir posibles respuestas.

viernes, mayo 23, 2008



COMUNICACIÓN ESTRATÉGICA

Vivir en un mundo de señales

Por Eugenio Tironi & Ascanio Cavallo


Entre las cosas que dificultan una comprensión adecuada del core conceptual y operativo de la Comunicación Estratégica ocupa un lugar central la frecuente confusión con otras actividades, como el marketing, la publicidad, las relaciones públicas o el lobby.

Una definición de valor operativo es la siguiente: Comunicación Estratégica es la práctica que tiene como objetivo convertir el vínculo de las organizaciones con su entorno cultural, social y político en una relación armoniosa y positiva desde el punto de vista de sus intereses u objetivos.

En el caso de las empresas y otras organizaciones sometidas a regímenes de competencia, el propósito último es, derechamente, convertir esos vínculos en ventajas competitivas.

Dada la amplitud de estos fines, la Comunicación Estratégica es una herramienta disponible para organizaciones de cualquier naturaleza: empresa, fundaciones, entidades de gobierno, instituciones religiosas, grupos y marcas. De hecho, su tarea puede ser descrita como la gestión integral de la marca de las organizaciones.

La tarea de la Comunicación Estratégica es proyectar la identidad de las organizaciones en una imagen que suscite confianza en su entorno relevante y adhesión en su público objetivo.

Dicho de otro modo, la Comunicación Estratégica actúa para reunir y sistematizar el stock de prestigio y credibilidad que toda organización necesita para alcanzar sus propósitos y enfrentar las tensiones y crisis características de la época actual.

La Comunicación Estratégica es una práctica que emerge con la maduración que experimenta el campo de las comunicaciones en la modernización de las sociedades.

En una primera etapa se la tiende a confundir con otras prácticas de comunicación, pero en la medida en que los mercados se desarrollan, la Comunicación Estratégica va encontrando su propio espacio profesional, conceptual y metodológico, aunque estrechamente ligado con esas otras prácticas, como el marketing, la publicidad, las relaciones públicas, el desarrollo organizacional y el lobby.


Fuente: Comunicación Estratégica: Vivir en un mundo de señales, Eugenio Tironi & Ascanio Cavallo, Taurus, 2004.