LA SOCIEDAD DE LA IMAGINACIÓN
Por Juan Carlos Rodríguez Ibarra
La sociedad que se está formando se caracteriza por las siguientes notas distintivas:
Primera: Hasta hace poco más de un siglo, la Historia nos tenía acostumbrados a la lentitud. La sociedad avanzaba casi de forma imperceptible. Sólo las revoluciones o las grandes guerras permitían apreciar cambios notables en la vida de los pueblos y de las gentes.
Por el contrario, en los inicios del Siglo XXI, estamos asistiendo al proceso de transformación más importante y vertiginosa de toda la historia de la humanidad. Las evidencias son notables aunque aún nos cuesta entenderlas, aceptarlas y dominarlas.
Segunda: No descubro nada si les señalo que en la nueva sociedad las distancias han comenzado a desaparecer. Si en la sociedad industrial, de la que procedemos, las distancias eran fundamentales y daban o quitaban posibilidades de desarrollo, en la nueva sociedad significan poco o nada.
Tercera: Ya no son imprescindibles las materias primas tradicionales para que un país pueda desarrollarse y progresar. La materia prima fundamental ha dejado de ser la tierra, el carbón o el acero. Ahora la materia prima también es la inteligencia, la creatividad, la emoción, la imaginación. Para más ventaja, mientras la tierra, el carbón, el acero, eran posesiones sólo al alcance de unos cuantos, la capacidad es patrimonio de todos y, si sabemos utilizarla, puede ser un patrimonio común desde el que afrontar un futuro distinto.
Cuarta: Es una realidad que estamos viviendo una época donde el tiempo ya no se mide en segundos sino en nanosegundos. Vivimos un tiempo donde los cambios se producen a un ritmo vertiginoso, donde todo se produce en serie, donde todo se estandariza, donde todo se copia, donde los productos, cada día, poseen ciclos más cortos, donde lo que hoy es una gran innovación deja de serlo, no en diez, en veinte o treinta años, como antes, sino en un año, en meses e incluso en días. Estamos en un momento en el que nace algo nuevo y muere casi a la misma velocidad que nace.
Quinta: Estamos en un mundo globalizado con exceso de ofertas y donde hay de todo. En ese contexto, imaginar tiene mucho sentido. Innovar radicalmente en el mundo actual no es un capricho. Si hubiera que sintetizar lo que está ocurriendo ahora en el mundo de la empresa, habría que sintetizarlo en la frase “la oferta supera a la demanda”. Hay mucho de todo. Hay exceso de cosas. Esto nos obliga a los consumidores a elegir. Y ese contexto es el que lleva a quien produce a la obsesión de ser eficientes, a producir más y mejor. Pero, señoras y señores, ser eficientes ya no es suficiente. Lo importante es ser diferentes, radicalmente diferentes y, a ser posible, ser únicos.
El juego de las empresas y el consumo es ya un juego de competencia mundial, en el que hay que intentar ser únicos en algo, tener un monopolio en algo, aunque sea temporalmente.
La nueva sociedad sustituirá –ya lo está haciendo- lo natural por lo artificial, lo real por lo virtual, lo grande por lo pequeño, lo cerrado por lo abierto, lo estático por lo dinámico.
La nueva sociedad crea realidades nuevas, distintas, artificiales, virtuales, cambiantes, en las que lo pequeño remite siempre a lo grande, y en las que la combinación y la mezcla de las cosas, de las situaciones y de las personas –y de éstas entre sí- es uno de sus principales valores.
Si estábamos históricamente acostumbrados a la lentitud en los cambios, ahora debemos estarlo a la extrema movilidad, al vértigo en las transformaciones, al dinamismo social, económico y cultural.
En definitiva, una nueva sociedad, donde el proceso no es lineal sino biológico, donde lo que cuenta fundamentalmente es la formación, la inteligencia, la osadía, el riesgo, la diversidad, y la imaginación. Ése es el nuevo sitio y esos son los factores que definen al nuevo sitio, a la nueva sociedad.
Con todos estos ingredientes, y muchos más que cualquiera de ustedes puede añadir, la pregunta válida es: ¿al sitio de siempre, por el camino de siempre, o a los sitios distintos por caminos diferentes?
Nota: Juan Carlos Rodríguez Ibarra es Secretario General del PSOE de Extremadura.
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