IMÁGENES DE UN CREADOR
Kiñe deumafe ñi pu ad
Homenaje a Santos Chávez
En el año 1987 dos extranjeros se encontraron en Bernau, una pequeña ciudad rural cercana a la capital de Berlín en Alemania. José Pablo Quevedo, escritor y Santos Chávez, grabador, eran de dos pueblos andinos del gran continente de América de Sur: de Perú el primero y del vecino Chile el segundo. No sólo estaban unidos por su territorio de origen; ambos estaban casados con mujeres alemanas, lo que les facilitaba acostumbrarse a un país con una cultura tan diferente a las propias. También coincidían en el momento que dejaron sus respectivos países. José Pablo llegó a estudiar, había sido enviado por su país a
José Pablo y Santos vivieron en Bernau una pequeña ciudad rural afuera de Berlín, donde se conocieron. La familia Quevedo visitó con sus dos hijos a la familia Chávez en el gran jardín de su residencia. Así nació una relación que perdura entre ambas familias incluso después del fallecimiento de Santos. José Pablo y Santos tuvieron la suerte de encontrarse con una persona muy comprensiva y solidaria que les ayudó. Se trataba de Elfriede Schroth, directora de una revista infantil. Gracias a sus gestiones, Santos obtuvo un documento de residencia para conseguir trabajo y José Pablo, trabajó para mantener a su familia.
Los cuentos y dibujos de los dos artistas fueron muy bien acogidos por el público de Alemania. José Pablo se dedicó a trabajar mucho con niños alemanes, puso en escena muchas obras de teatro y siempre trató de mostrarles la cultura de Perú, su país de origen. Mientras que Santos, si bien no tuvo hijos propios, siempre manifestó mucho afecto por los niños. Es así como los recibía en su taller en Alemania y los visitaba en los colegios para pintar con ellos y hablarles de Chile, su país. En una escuela de Alemania pintó un paisaje de Arauco en un gran mural multicolor de
De regreso en Chile, hacia 1994, continuó trabajando con niños e interesado en su bienestar. Después de su fallecimiento, yo he tratado de mantener vivo el espíritu de su obra y mostrar a los niños chilenos los mágicos dibujos de Santos y los cuentos muy sabios de José Pablo. Sin embargo, no puedo olvidar una inquietud que tristemente manifestaron niños de Concepción durante una exposición de Santos en
Por eso, estoy muy agradecida de tener ahora la oportunidad de publicar este pequeño libro, gracias al apoyo de CODELCO y CONADI y por supuesto con la autorización de José Pablo Quevedo, quien depositó toda su confianza en mí. Esta obra también interpreta el sentir de Santos Chávez, ya que permitirá que niños chilenos y sus familias admiren los dibujos que este artista creó con tanto cariño y fantasía para ellos.
Quiero agradecer a las personas e instituciones que colaboraron en hacer realidad este libro que refleja la sensibilidad y creatividad de Santos Chávez y José Pablo Quevedo y los invito a divertirse con las aventuras que se narran e ilustran en sus páginas.
Prólogo de Eva Chávez, invierno 2008.
Las cabritas
Juegan las cabritas en los montes
miden sus fuerzas con los cuernos.
Como martillos en un yunque
se oyen el eco de sus golpes.
El niño pastor las está mirando, silba
cuando suben y bajan las rocas altas.
Rápidas como el rayo vienen al amo,
le balan y le dan topes en el pecho.
El niño pastor ríe, las acaricia, las imita,
salta, se da volantines, les da alfalfa,
y de los manantiales subterráneos
ellas beben las frescas aguas.
Pichike kapüra
Aukantukeigün pichike kapüra
mawiza meu
Müta meu newentu mekeigün
ulel pagillwe reke
tralofttumekeing¨n
Allkügekei tañi aukiñko ulelka
meken
tañi kamañ leliniefi, wikeñwi
Pürakan ka nagmeken
fuchake lil
llefken reke pürüm küpaigün
gengen meu
Memekeigün ka
traloftmekeigün rüku meu
pichi kamañ ayei,
chapashtuniefi, inawentufi
rünküi, chü wüzkei, elufi karü
kachu
ka wüfko wefpalu ponwi
mapu meu
Feiti meu pütokomekei ta
füshkü ko
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