Textos de Elicura Chihuailaf, Rosamel Millamán, Alain Devalpo, Jaime Massardo y Carlos Ruiz
Presentación de Víctor Hugo de la Fuente
El pueblo mapuche, que antes de la llegada de los colonizadores españoles, habitaba desde el río Copiapó hasta Chiloé, abarcando gran parte de los territorios de los actuales Estados de Chile y Argentina, se encuentra hoy prácticamente sin tierras, situación más paradójica aún para quienes son precisamente "gente de la tierra" (mapu = tierra y che = gente), además de vivir en su gran mayoría, en condiciones de extrema pobreza.
¿Por qué se ha llegado a esta situación?, ¿Qué historia tiene la nación mapuche?, ¿Qué luchas y reivindicaciones levantan hoy los mapuche? (1) son algunas de las preguntas a las que intentamos responder en este libro con textos de dos mapuches (Elicura Chihuailaf y Rosamel Millamán), un mestizo identificado mapuche (Carlos Ruiz), un chileno (Jaime Massardo) y un francés (Alain Devalpo), tres de estos textos ya han sido publicados en Le Monde Diplomatique y dos son contribuciones nuevas a este libro.
Uno de los problemas mayores es la discriminación de que son objeto los mapuche, por parte de la sociedad en general y el Estado en particular, que no los reconoce como pueblo sino simplemente como "etnia".
La prensa "oficial" también los discrimina, destacando permanentemente los aspectos negativos y criminalizando sus luchas en defensa de sus derechos y especialmente por recuperar sus tierras, sin embargo cuando son reprimidos, minimiza completamente la situación. Basta observar los grandes reportajes sobre las tomas de fundo y quemas de maquinarias y camiones realizadas por grupos mapuche, comparándolos con la mínima cobertura mediática al asesinato, por disparos de carabineros, del joven de 17 años, Alex Lemún, el 7 de noviembre de 2002, cuya causa, instruida por la justicia militar, cerró la investigación en 2005 sin establecer responsabilidades; al igual que el asesinato por la espalda del joven estudiante Matías Catrileo, por el cabo de Carabineros Walter Ramírez, el 3 de enero de 2008, crimen que sigue en la impunidad.
La "justicia" chilena, hasta el gobierno de Ricardo Lagos incluido, aplicó a los luchadores mapuche las leyes antiterroristas, heredadas de la dictadura, aumentando así fuertemente sus condenas, por ejemplo a Patricia Troncoso, la "Chepa" se la condenó a 10 años y un día de prisión por "incendio terrorista" al predio Poluco (que no causó heridos ni muertos, como no han costado vidas humanas, ninguna de las acciones violentas de los diversos movimientos mapuche).
Ante tamañas injusticias es comprensible la indignación que sienten los mapuche y que deberíamos sentir todos los chilenos. Ya Violeta Parra denunciaba las injusticias de siglos en su canción "Arauco tiene una pena" (2). Más allá de ser una mayoría los chilenos que tenemos sangre mapuche, todos debemos sentirnos concernidos, de allí el afiche, realizado por Federica Matta, que dice: TODOS SOMOS MAPUCHE.
Es necesario que el pueblo mapuche obtenga justicia y que todos los habitantes de Chile convivamos en un país pluriétnico y multicultural.
Notas:
1 Tomando en cuenta que el vocablo 'che' es un sustantivo colectivo que significa gente; plural en sí mismo, se ha popularizado la costumbre de utilizar la palabra mapuche y no mapuches, para indicar plural.