miércoles, julio 16, 2008



PERIODISMO 2.0

Una guía de alfabetización digital

Para sobrevivir y prosperar en la era de la información

Mark Briggs


“¿Puede enviar un archivo anexo en un correo electrónico? Entonces, tiene lo que se necesita para publicar un blog con imágenes.” (Mark Briggs)


Prólogo de Guillermo Franco M.(1)


Somos, simplemente, contadores de historias

“Yo lo único que he querido hacer en mi vida –y lo único que he hecho más o menos bien- es contar historias. (…) Para mí, las historias son como juguetes, y armarlas de una forma u otra es como un juego. Creo que si a un niño lo pusieran ante un grupo de juguetes con características distintas, empezaría jugando con todos, pero al final se quedaría con uno. Ese uno sería la expresión de sus aptitudes y su vocación. Si se dieran las condiciones para que el talento se desarrollara a lo largo de toda una vida, estaríamos descubriendo uno de los secretos de la felicidad y la longevidad”.(2)

El Nobel de Literatura Gabriel García Márquez no pronunció estas palabras para referirse a la revolución de Internet. Sin embargo, hoy adquieren plena vigencia en ella, porque dimensionan el tamaño del desafío, identifican los elementos de éxito (o fracaso) y, sobre todo, porque sintetizan la esencia del oficio periodístico: contar historias.

Internet ha estremecido los cimientos económicos de los medios tradicionales, pero además –en esencia- ha abierto a la sociedad, en general, y a los periodistas, en particular, nuevas posibilidades y formas de contar historias. De paso, ha roto el paradigma de la comunicación unidireccional de “nosotros hablamos, ustedes escuchan”. Pero esas nuevas formas de contenido requieren el desarrollo de nuevas habilidades.

El descubrimiento obvio es que hay vida más allá del texto impreso y que la habilidad para producirlo no será suficiente para sobrevivir en el entorno digital.

Una simple galería de fotos puede contar una historia. Una galería de fotos sincronizada con audio puede contar una historia. Un fragmento de audio puede contar una historia o complementar otra. Un fragmento de video también lo puede hacer. Una infografía animada puede contar una historia prescindiendo del texto. Un video puede contar una historia completa sin ayuda de otros recursos. Audios, videos, textos y fotos adecuadamente organizados pueden dar la opción al usuario de hacer una lectura no lineal de la historia (es decir, escoger el punto de entrada y el orden en que es seguida). Información contenida en bases de datos puede contar historias y permitirle al usuario personalizarlas. Contenido que el usuario puede manipular también puede contar historias. El inventario se hace infinito.

Es un error pensar que las nuevas habilidades para producir esos nuevos tipos de contenido son sólo una nueva exigencia de los medios tradicionales para sobrevivir. Se ha vuelto un lugar común decir que con Internet cualquiera puede ser un editor, que no se requiere una rotativa de 10 millones de dólares para producir y distribuir contenido. También se ha vuelto un lugar común decir que cada vez más el periodismo se está produciendo fuera de los medios tradicionales. Esos lugares comunes (que no por comunes son falsos) sirven para demostrar que es el entorno tecnológico y no los medios el que está redefiniendo el perfil y las habilidades de los periodistas, y de cualquiera que quiera generar contenido en la Web.

¿Cuáles habilidades? En el año 2005, en una tesis de maestría de la Escuela de Periodismo Medill, de la Universidad de Northwestern, C. Max Magee investigó qué habilidades eran necesarias para trabajar en las salas de redacción digitales. La mención de algunas de ellas -35 en total- haría ruborizar no sólo a los viejos periodistas sino, lo que es peor, a muchos jóvenes: HTML, Flash, usabilidad, cómo escribir para Internet, edición de audio y video, administración de comunidades en línea, análisis de métrica, formas alternativas de contar historias… Pero no se deje intimidar por lo que parece un lenguaje esotérico reservado a los iniciados: más importante que la habilidad para aprender nuevas cosas, lo es la disposición para hacerlo. En ese camino, como en el símil de García Márquez, usted tendrá que jugar con todos los juguetes y descubrir sus aptitudes y vocación, pero –seguramente- terminará con más de uno. También, como el propio García Márquez lo ponía en evidencia, para desarrollar ese talento, usted necesitará que se den las condiciones.

Un gran comienzo es el libro Periodismo 2.0, una guía de alfabetización digital para sobrevivir y prosperar en la era de la información, de Mark Briggs. Es una iniciativa del J-Lab y el Knight Citizen News Network, que se concretó gracias al Instituto de Periodismo Interactivo de la Universidad de Maryland.

El libro puede guiar a las organizaciones periodísticas que están redefiniendo su rol como generadoras de contenido y no quieren quedarse como simples “fabricantes de periódicos”, para establecer programas de entrenamiento. A los periodistas que no están inscritos en medios tradicionales los guiará paso a paso para aprender por sí mismos, sin necesidad de un tutor. A las universidades puede darles luces sobre cómo reorientar sus programas académicos.

Esta versión en español, hecha posible gracias al Centro Knight para el Periodismo en las Américas, de la Universidad de Texas (Austin), seguramente contribuirá a cerrar la “brecha digital” entre el periodismo del mundo desarrollado y el de los países en vías de desarrollo. Así mismo, contribuirá a cerrar la “brecha del idioma”, que nos impide acceder a valioso conocimiento en inglés sobre periodismo, en general, y periodismo digital, en particular, producido en Estados Unidos, indiscutiblemente polo de desarrollo y referente obligado en este último tema.

Es un error pensar que el periodismo digital en el contexto de Estados Unidos es muy diferente del de América Latina y que, por lo tanto, nuestras necesidades en términos de desarrollo de habilidades son también diferentes. Quienes sostienen esta tesis se basan –fundamentalmente- en el bajo nivel de conectividad en la región y por eso, por ejemplo, no ven que Internet sea una amenaza para la circulación de los periódicos. No, definitivamente, no es así. Nuestro contexto no es tan diferente del de los países desarrollados. Ellos están en una etapa más avanzada de un mismo proceso. Difícilmente hay otras actividades en las que la palabra “globalización” tenga tanto significado como en los medios y el periodismo digital, gracias a Internet. Incluso, el argumento de la baja conectividad es fácilmente controvertible: sólo hay que mirar la acelerada penetración de la telefonía celular en el continente. Seguramente, ocurrirá lo mismo con la penetración de Internet.

De acuerdo con la más reciente investigación sobre la situación del periodismo digital y los sitios Web de periódicos de América Latina, realizada en el año 2007, de la cual soy coautor, y que fue publicada por el Poynter Institute, “el 74 por ciento de los más importantes periódicos de la región planea integrar sus redacciones de Internet e impresa en el corto, mediano o largo plazo”. Esta estrategia les permitirá expandir su operación digital, que sigue siendo extremadamente dependiente de los contenidos de la edición impresa (producidos una vez cada 24 horas) y de pequeños equipos de periodistas en la operación, cuyo énfasis no es la generación de productos originales ni la reportería. Esta simple mención muestra cómo un tema aparentemente ajeno a nosotros y que hoy es prioridad en casi todos los periódicos en el mundo, como la convergencia de medios, está en nuestra agenda.

La misma investigación, ratificando los hallazgos de otro trabajo del 2004, dice que la mayor necesidad de los periodistas que trabajan en las unidades de Internet, en términos de capacitación, sigue siendo la creación de productos multimedia (luego mencionaban la escritura para Internet).

Nuevamente, este libro de Mark Briggs abrirá las puertas de ese nuevo mundo. Covertirse en un periodista digital está en sus manos. Todo depende de la pasión que tenga por lograrlo, pasión que hacía explícita Gabriel García Márquez en la misma cita con la que se comenzó este prólogo: “El día que descubrí que lo único que realmente me gustaba era contar historias, me propuse hacer todo lo necesario para satisfacer ese deseo”.

Notas:

  1. Editor eltiempo.com, periodista docente programas de postgrado de periodismo digital. Becario Nieman en la Universidad de Harvard 2005-2006. Coautor de las dos más importantes investigaciones sobre el periodismo digital en América Latina.
  2. Pronunciadas en uno de sus talleres de escritura de guiones de cine en San Antonio de los Baños, Cuba. Junio 2004.


No hay comentarios.: