miércoles, enero 27, 2010



"Corazón de carbón"

Latidos que arden


por Leopoldo Pulgar Ibarra


Aunque leyeron harto sobre el tema e, inevitablemente, rondaron por sus cabezas las potentes imágenes de Lota y Baldomero Lillo alojadas en la memoria chilena, los integrantes de la compañía La Mancha no qusieron hacer una obra con ataduras biográficas ni geográficas. Por eso la ficción recorre Corazón de carbón, en historias que circulan por la arteria de un pueblo que fue situado en el sur de Chile, sin especificar, pero con la extracción del carbón como protagonista material del relato y gran territorio capaz de acoger (y tragar) a quienes deambulan por allí.

Su director, Rodrigo Malbrán, precisa que el torrente dramático tendrá como referencia el año 1900, un fin y comienzo de siglo que, en Chile, contó con una producción nacional promedio de 800 mil toneladas del negro combustible. En este montaje no hay clown, ni bufones, personajes con los que habitualmente se identifica a este grupo teatral. Y el vestuario de los 24 actores y actrices dará cuenta de esa cronología.

Tragedia y melodrama correrán por la arteria central de la obra. La trama dice que Aurora y su autista hermano, Ernesto, son huérfanos y que luego de emigrar de un pueblo a otro, desembocarán en este mundo creado por La Mancha. Para sobrevivir, la muchacha se viste de hombre y logra un puesto de trabajo en las faenas mineras. Por carriles secundarios se canalizan cinco tramas: una de las cuales protagonizan los tres hermanos propietarios de la mina y sus peleas familiares. Importante será la historia de la más joven: a los 14 años fue mamá, pero su padre regaló al recién nacido. Otra línea dramática gira alrededor de la Loca del Pueblo, una mujer que vaga enlutada.

Malbrán cree que el conocimiento que se tiene sobre lo que fue para el país la explotación del carbón, y otros hitos históricos, ayudarán al espectador a situarse en la época.

¿Qué fuentes nutrieron la creación de este montaje?

"Leímos harto e hicimos muchas entrevistas a gente que vivió esa época. Nos basamos también en Charles Dickens y el trazo rotundo de sus personajes. Y al momento de dirigir, me basé en cinco western, pues quería una obra llena de acción, cinematográfica, con esa épica que había entre los personajes y los vastos lugares geográficos donde ocurrían las cosas".

¿Se busca revalorar una catividad productiva en decadencia?

"La obra es un canto y una alegoría de aquella época. Nosotros queremos traspasar la experiencia de personas que, aunque vivieron días difíciles y complicados socialmente, llenaron de alegría y poesía su entorno y mantenían tradiciones muy significativas para la comunidad. Había un sentido solidario y una ética laboral que ya no existe. Además, la explotación del carbón a nivel mundial coincide con la revolución industrial y el inicio del capitalismo".

Relaciones profundas

Corazón de carbón, corazón oscuro...

"Claro, pero también el carbón tiene la virtud de arder y calentar con su propio fuego, no como los diamantes que necesitan el sol para brillar. El carbón tiene calor propio. La gente del carbón es estoica, recia, sin los sentimentalismos de hoy, que son enfermantes".

¿Minero-montaña=campesino-tierra?

"Sí, pero con una gran diferencia. El campesino siembra y tiene un sentido circular del tiempo, ya que su vida y su futuro no dependen de él, sino del paso del tiempo, de una fuerza ajena a su voluntad. Cuando mete el dedo en la tierra, la tierra cede, porque es una materia muy dúctil y flexible. En cambio cuando el minero golpea la roca se resiente todo el cuerpo. Además, el futuro depende de él. Al golpear, destruir y entrar en la roca compromete todo el cuerpo y construye su carácter. Los mineros entran y salen del trabajo a oscuras. Y bajo el mar. En nuestra obra hay accidentes, derrumbes, duelos a muerte, de todo..."

Y el amor...

"Obvio, el amor siempre estará presente... Igual que otro concepto terrible, la esperanza: una invención del ser humano para aguantar y esperar un futuro mejor. Uno cree que la historia se desarrolla en espiral, pero en realidad se repite".

(Compañía La Mancha, Teatro Matucana 100, del 7 de enero al 7 de febrero)

Fuente: Punto Final




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