martes, noviembre 10, 2009


SUEÑO AZUL

Elicura Chihuailaf


Quiero recurrir esta vez no sólo a la memoria de mi gente sino también a la memoria de personas que en el mundo, desde lo mejor de su cultura, nos han permitido saber que el ser humano es uno solo mirando su universo interior y exterior desde diferentes perspectivas en la dualidad que nos habita y que habitamos. Personas que nos han permitido pensar acerca de nuestra condición construida también con historias -y desde identidades- particulares que contienen la misma inquietud de búsqueda de la libertad y de la igualdad sostenida en la constante pregunta de qué es el ser, para alcanzar algún día esa Ternura verdadera por la vida de todas las culturas, de todos los pueblos. Soy mapuche, vengo desde un territorio Azul en el que nuestra gente ha permanecido durante siglos sosteniendo una lucha por Ternura, cada cual desde el lugar en que la causalidad lo ha situado. Mapu Ñuke es nuestra Madre Tierra, nos consideramos sus hijos e hijas como uno más entre los seres vivos. Por eso, nos dicen, ¿qué hija, qué hijo agradecido no se levanta para defender a su madre cuando es avasallada? En el círculo de la vida, somos presente porque somos pasado y por ello somos futuro. No es posible escindirlo, no es posible el olvido. Olvidarse es perder la memoria del futuro, nos dicen.

Fuente: La Memoria y el Olvido. Azkintuwe Nº 5, abril de 2004.

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