por Ozren Agnic K.
No interesa que Piñera tenga mil, cinco o diez mil millones de dólares. Lo importante es conocer qué métodos utilizó para amasar la fortuna colosal que tiene. Es la única forma de saber si tiene o no los méritos para ser un candidato confiable, honorable y con vocación y que no es el ave de rapiña que espera caer sobre las arcas y empresas nacionales, como hizo en la época de Pinochet.
La memoria colectiva es frágil y pocos saben de su poco claro inicio en el mundo de los negocios.
Hagamos memoria: el año 1982 Eugenio Silva Risopatrón, representante de la SBIF, entabló demanda criminal en contra de Sebastián Piñera, a la sazón Gerente General del Banco de Talca, y algunos ejecutivos de esa entidad por los delitos de defraudación (estafa), infracción a la Ley de Bancos y otros cargos dañosos contra Piñera. En el 2º Juzgado del Crimen de Santiago se abrió la causa Rol Nº 99.971-6 El juez a cargo los declaró reos. Los otros encausados eran Miguel Calaf y Alberto Danioni, socios de Piñera, ya encarcelados por resoluciones del juez 2º del crimen y el ministro de la Corte de Apelaciones Luis Correa Bulo. Correa ordenó el arresto de Piñera. Los socios cumplieron penas de tres años de prisión pero el cabecilla se escondió por 24 días, hasta que la Suprema de la época acogió su recurso de amparo. Años después, el 20 de abril de 2001, la venganza del dios Jano se dejó caer sobre Correa Bulo, quien fue destituido de su cargo de ministro de la Corte Suprema. Sí, lectores. Es el mismo Piñera que clama por probidad y transparencia, rasgando vestiduras por todo lo que no sea de su conveniencia. ¿Cómo operaban el “intachable emprendedor y empresario” junto a sus socios? Recordemos los hechos…
El capital y las reservas del Banco de Talca eran de 40 millones de dólares, en tanto que los autopréstamos otorgados a empresas de papel -creadas para su propio beneficio y de sus tres socios- sumaban 250 millones de dólares, irrecuperables según lo detectado por la justicia. Inventaron la friolera de 150 sociedades ficticias para un aprovechamiento indebido en beneficio propio y de sus amigos. Ahora, candidato y a 27 años de los hechos, trata de dictarnos reglas de una moral que para él pareciera no existir, con un discurso que ya cansa.
Fuente: Piensa Chile
No hay comentarios.:
Publicar un comentario