domingo, noviembre 30, 2008




TELETÓN V/S DERECHOS HUMANOS


Por Alejandro Hernández


La Salud y la Rehabilitación de los niños, en especial de quienes tienen algún tipo o grado de discapacidad, es un Derecho Humano el cual ha sido consagrado a nivel internacional y por tanto constituye un deber del Estado.


Así lo avala la Convención Internacional por los Derechos Humanos de las personas con Discapacidad, el Primer Tratado de Derechos Humanos del siglo XXI, firmado por Chile en marzo de 2007 en la ONU de Nueva York y aprobado por el Senado de la República de Chile en julio del presente año.


En diciembre de 2006, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad, el primer tratado de derechos humanos del siglo XXI. En su preámbulo, la Convención reitera su convicción de que la familia es la unidad colectiva natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a recibir protección de ésta y del Estado.


Declara además que las personas con discapacidad y sus familiares, deben recibir la protección y la asistencia necesarias para que las familias puedan contribuir a que las personas con discapacidad gocen de sus derechos plenamente y en igualdad de condiciones.


Las cifras y la realidad coinciden en que la situación social de discriminación y pobreza que afecta a más de 2 millones y medio de personas con discapacidad en Chile, afecta gravemente también a los niños.


Por esto resulta inaceptable que en pleno año 2008 aun se endose esta responsabilidad de la salud de los niños al mundo de la farándula o al sector privado, una responsabilidad que le compete al Estado, a los ministerios y más específicamente al Ministerio de Salud.


El negocio de las empresas tras la ineficacia del Estado.


El éxito continuo de la Teletón tiene su origen en una falla profunda del Estado en un tema en que merece tener un protagonismo central: Un trato digno y efectivo para los discapacitados, que les permita mejorar sus estándares de vida e incorporarse a todas las instancias de nuestra sociedad. Esto en países como Italia, Francia, Alemania, Brasil y Cuba es reconocido como un derecho y no como un favor.


¿Cómo opera la campaña?. ¿Qué ganan las empresas que realizan sus donativos en pantalla?. Publicidad no pagada, descuento de impuestos por donaciones, diferenciación de marca frente a sus competidores, exposición de su producto estrella en paletas que cuelgan en la vía pública.


Cientos de spot de televisión exhibidos en canales nacionales e internacionales (por señal de cable) durante dos meses antes de las llamadas "27 horas de amor" que dura el evento y en las que participan los principales "rostros" televisivos, de los cuatro principales canales de señal abierta. Por cierto varios medios especulan con las ganancias abultadas que recibirían animadores y conductores.


Las empresas a su vez, ganan difusión en todas las radioemisoras y principales medios de prensa y revistas de circulación nacional a cambio de algunos pesos de donativo. La campaña representa "un evento" que deja abultadas ganancias, una excelente oportunidad de negocio para las empresas, quienes luchan duramente por lograr que su marca participe de esta maratón del marketing. Los que menos ganan: Los niños discapacitados que aparecen como ciudadanos de segunda clase.


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